El sitio web en internet ultracatólico Aciprensa se hace eco, para mofa, de la activista colombiana pro Derechos Humanos Mónica Roa. El Vaticano está atacado de los nervios porque la Universidad Católica de Lima (Perú) le ha permitido dar un curso sobre Derechos humanos (tal ver hubiera sido mejor para los ensotanados que un cura diera un curso sobre cómo violar niños).
La abogada colombiana Mónica Roa, una de las líderes del lobby abortista en América Latina conocida por su anticatolicismo radical, visitó Lima para dictar un curso en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Roa, gestora de la despenalización del aborto en Colombia en el año 2006, participó como profesora el 21 de febrero de 2012 en el curso internacional de especialización de la Escuela de Posgrado de la PUCP titulado “Jurisdicción, Derechos Humanos y Democracia” que cuenta con el auspicio y colaboración de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La presencia de Roa, que hace unas semanas se burló de la fe católica publicando una fotografía suya disfrazada de “obispa”, coincide con las tensiones entre la PUCP y la Iglesia Católica. El Vaticano espera que el próximo ocho de abril –como fecha límite– esta casa de estudios adecúe sus estatutos a la constitución apostólica Ex Corde Ecclesiae que rige a todas las universidades católicas del mundo.
Fuente: MISTERIOS AL DESCUBIERTO
De Pro-Choice America : Los números no mienten: los políticos en contra del aborto en Washington, DC y estados atacado el derecho de la mujer a elegir, con más fuerza en 2011.
Lo que es peor, estos mismos políticos están dispuestos a reanudar los ataques en Washington, DC y en las legislaturas estatales en todo el país.
Fuente: Token Skeptic
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En la (quizá errónea) previsión de que el futuro gobierno del Partido Popular vuelva a batallar los temas de siempre (aborto, matrimonio homosexual, «derecho al voto de los negros»…), lo único que se pueden tener a mano son los hechos. Ayer, en NHS choices, se publicó un extenso comentario sobre una revisión de reciente aparición que repasa la relación entre los trastornos mentales y el aborto. Se muestra el párrafo que, a su vez, resume las conclusiones:
[…] las mujeres con un embarazo no deseado que tienen un aborto tienen riesgo de padecer efectos adversos sobre su salud mental, pero este riesgo no es mayor que el que tendrían si hubiesen seguido con el embarazo; esto es, el riesgo de trastorno aparece como consecuencia del embarazo no deseado, no del aborto en sí mismo.
Fuente: Las penas del Agente Smith
Imagen que representa a Ramón Luis Valcárcel: Erprofe /Foter
No cabe duda de que si hay algo que estupidiza a la gente es la religión. Tiene la facultad de destrozar el cerebro más rápido que cualquier opiáceo y ciertamente una persona en esas condiciones mentales tan disminuidas, despojada de toda facultad mental crítica, no debería ejercer un cargo público.
Pero esto es Colombia. Así que en vista de la gigantesca ignorancia de Alejandro Ordóñez en derecho penal, en el blog» De Avanzada» intentan sacar de la inopia a ese pobre ser humano cuya única neurona está para seguir a su amo mental, Mr. Ratzinger, el Papa:
El procurador general, Alejandro Ordóñez Maldonado presentó una petición oficial ante la Comisión de Investigación y Acusación para que se investigue a los magistrados de la Corte Constitucional Humberto Sierra y Luis Ernesto Vargas puesto que le concedieron una tutela a una mujer que terminó abortando clandestinamente.
Si a cualquiera de los lectores les parece que la petición oficial es por una estupidez, ¡¡es porque es por una estupidez!!
Según el concepto del Ministerio Público la mujer de 18 años tuvo que recurrir a un centro de aborto ilegal, después de que ningún centro asistencial le prestará la asistencia médica pese a que su caso estaba invocado en las tres situaciones despenalizadas por la Corte Constitucional.
Si los magistrados concedieron ese derecho y ella fue a abortar clandestinamente porque ningún centro ‘de salud’ quiso permitirle ejercer sus derechos reproductivo al aborto, no me queda muy claro que los magistrados tengan la culpa. De nuevo: es de Alejandro Ordóñez, un católico ultramontano, de quién estamos hablando.
Para la Procuraduría los togados habrían incurrido en los delitos de aborto, fraude a resolución judicial, abuso de autoridad por omisión de denuncia y favorecimiento.
A ver: el aborto era legal pues estaba cobijado dentro de los tres casos despenalizados, así que no hubo delito de aborto. El fraude a resolución judicial fue por parte de los centros ‘de salud’ que no practicaron el aborto. La omisión de denuncia, puede que sí, pero él tampoco ha interpuesto una denuncia contra los doctores que no practicaron el aborto.
Esto es lo peligroso de dejar que los cavernarios fundamentalistas lleguen a los cargos públicos en Colombia: se termina abusando de su poder para perseguir a quienes no piensan como él. Pero de nuevo: es de Alejandro Ordóñez, esa reencarnación de Torquemada, de quién estamos hablando.
Y es más: Con estas acusaciones, Ordóñez incurre en el delito de falsa denuncia contra persona determinada.