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Paco Rivière considera que Windows ha abusado de él y de mucha gente. Su mujer le compró un portátil en 2005. El ordenador tenía incorporado el sistema operativo Windows, pero él no lo quería. Trató de devolverlo: «Una licencia dice que tengo 30 días para aceptar las condiciones del sistema operativo, o destruir todas las copias del mismo y devolver los discos originales al fabricante, que es lo que he querido hacer», explica. Pero había gato encerrado: para leer esa la licencia de Windows antes había que aceptarla. Era la primera traba que se iba a encontrar en su lucha por no pagar por lo que no quería. Rivière optó por la vía legal. Ayer, después de tres años de papeleos, protestas, recursos y demandas se le abrieron las puertas del Juzgado de Primera Instancia número 2 de la Ciudad Judicial de L’Hospitalet (Barcelona).

Rivière estaba tranquilo. «Me lo tomo con humor», decía antes de entrar en el juicio. «Creo que es la mejor actitud. Me han mareado todo lo que han podido . ¡Hasta me llegaron a decir que tenía que dirigir la denuncia a Microsoft, en California! Eso fue justo antes de la primera fecha para el juicio, en febrero. Supongo que eran estrategias para ganar tiempo, porque lograron aplazar la vista».

Una ‘web’ para aclararlo todo

El demandante es ingeniero técnico y profesor de secundaria pero, sobre todo, se ha demostrado a sí mismo que es un autodidacta . «Empecé a descubrir otros sistemas operativos», cuenta, fumándose el último cigarrillo antes de la vista. «Linux es gratis. No hace falta comprarlo con un ordenador. Y, entre otras cosas, es un blindaje superefectivo contra los virus». Pero, además, el demandante ha creado una página web en la que explica su periplo por PC City, la tienda de Badalona donde su esposa compró el portátil; por Samsung, la marca del ordenador; por Microsoft Ibérica…

No se indignó ayer cuando los abogados de estas tres partes implicadas lo tildaron directamente de buscar la fama: «El señor Rivière ha montado una falsa pantomima porque debe de querer ser famoso y quién sabe si salir en esos programas del corazón…», comentó el letrado de Samsung, acusando al demandante de llevar adelante un «ejercicio antisocial del Derecho». Paco, sin embargo, asegura que nada está más lejos de su intención: «Quiero sentar un precedente que acabe con este abuso. Me importan un bledo los 250 euros que me deben por devolver el Windows. Creo que no se puede engañar a la gente», proclama. De no haber tenido asesoramiento desinteresado de sus abogados, se habría gastado un dineral.

«En otros países, como en Alemania, por ejemplo, si compras un ordenador con un determinado sistema operativo y no lo quieres, en 24 horas te devuelven el dinero», dice. Pero en España el retorno implica un arduo proceso al que, por ignorancia o por pereza, muy pocos se prestan.
En 2005 era muy difícil comprar un portátil sin sistema operativo. Casi todos llevaban instalado (y cobrado) Windows. «Además yo quería el ordenador que compré porque pesaba muy poco», dice Riviere.

Ironías judiciales

«Ahora le volveríamos a ofrecer el importe de todo, no sólo del sistema operativo, como ya hicimos en su día», propuso ayer el abogado de Samsung. «Pero si no lo aceptó entendemos que no quiere negociar». Las partes demandadas insistieron en que el sistema operativo está integrado en el portátil que adquirió la esposa de Rivière y no se puede vender por separado. Consideran que «no hay caso» y ponen un ejemplo esclarecedor e irónico: «El otro día me compré un coche y le dije al vendedor que no quería el motor ni las ruedas y que me devolviera el dinero. Ante mi sorpresa, me dijo que eso no podía ser».

Paco no puede hablar en el juicio si no lo llaman expresamente los demandados. Así que asiente y calla. El ejemplo le parece ridículo, comenta luego. «Ninguna marca te vende un coche diciéndote que si no quieres alguna pieza te devuelve el dinero», argumenta. «Eso es lo que hacen con Windows. ¿No se atreven a venderlo por separado? ¿Por qué tienen que enchufártelo con un ordenador?»

Fuente: Publico.es