Huevos Kinder y ciencia

Los Huevos Kinder se empezaron a fabricar en Italia en 1974 y por la empresa italiana Ferrero. Están formados por una capa de chocolate con leche y chocolate blanco, con la forma y el tamaño aproximados de un huevo de gallina, que rodea una caja de plástico que lleva en su interior un pequeño juguete. Pronto se extendieron por todo el mundo e, incluso, se fabricaron en diferentes países con tipos de juguetes distintos, lo que llevo a la aparición de coleccionistas con complicados catálogos. Se prohibieron en Estados Unidos por una ley de 1938 que prohíbe esconder materiales extraños dentro de alimentos, como ocurre con la caja de plástico y el juguetito en los Huevos Kinder. Esta normas ha provocado en Estados Unidos una especie de mercado negro de Huevos Kinder que llegan desde Canadá a un precio dos o tres veces superior al normal. Por lo visto, el gobierno americano ha olvidado el fracaso de la Ley Seca. En 1998, la Unión Europea publicó un reglamento similar con excepciones, los Huevos Kinder y el Roscón de Reyes español.

Revisando las bases de datos científicas buscando Huevos Kinder, sólo aparecen menciones, junto con otro montón de chucherías, al peligro que suponen en la dieta de los niños en relación con la obesidad o la presencia de colesterol en sangre. Pero si se profundiza algo más, se encuentra la utilización, sorprendente, de los Huevos Kinder como material de investigación en Etología Animal, es decir, en el estudio del comportamiento de los animales. por ejemplo, en la mangosta rayada (Mungos mungo) que vive en grupos de cinco a 40 individuos, en el centro, este y sur de África. Corsyn Müller y Michael Cant, de la Universidad de Exeter en Penryn, Inglaterra, estudian si las tradiciones culturales, es decir, si los aprendizajes pasan de unos individuos a otros sin tener base genética en otras especies además de en la nuestra. Como estas mangostas son gregarias es fácil suponer que esta puede ser una especie con tradiciones. Para ello rellenan las cajas de plástico de los Huevos Kinder (aquí aparecen nuestros Huevos) con arroz y pescado, alimentos que gustan mucho a estos animales y observan cómo las mangostas consiguen alcanzar la comida.

Cuando llegan a la vida adulta, se observa qué técnica utilizan y es, siempre, la que aprendieron del adulto con el que convivieron de crías. En conclusión, en las mangostas rayadas existen las tradiciones culturales.

Y, en un segundo experimento de etología, Rosa Rugani y sus colegas, de la Universidad de Trento, en Italia, van a demostrar que los pollos recién salidos del cascarón son capaces de contar Huevos Kinder.

Artículo completo en:  La biología estupenda

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