Cómo preparar el sándwich perfecto

Ensalada

Una hoja o dos pueden mejorar considerablemente su grado de satisfacción cuando se come un sándwich.

Cuanto más se tiene que masticar en cada bocado, y más sabor se obtiene, hay menos necesidad de comer para sentirse satisfecho

Hervé This,  fí­sico-quí­mico francés

El físico-químico francés Hervé This -el padre de la gastronomí­a molecular y quien se ha convertido en una inspiración para el conocido chef británico Heston Blumenthal, famoso por su aproximación científica a la gastronomí­a- explica que saciar el hambre de las personas no es algo vinculado únicamente al volumen de alimentos.

Según This, este aspecto también está vinculado a la cantidad de tiempo que se dedica a comer.

«Cuanto más se tiene que masticar en cada bocado, y más sabor se obtiene, menos se necesita comer para sentirse satisfecho», indica.

Es aqí­ donde lo verde entra en juego: la adición de algunas hierbas frescas o follaje incrementa el número de veces que una persona tiene que masticar cada bocado, lo cual a su vez, mejora la experiencia de comer un emparedado.

Relleno

El gusto personal puede dictar lo que usted coloca dentro de su sándwich, pero la arquitectura de éste es tan importante como los ingredientes.

De acuerdo con investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas del Reino Unido, los especialistas prefirieron por unanimidad los emparedados que tení­an ingredientes de olor pronunciado -como el salmón ahumado o quesos fuertes- colocados en la parte inferior, debajo de cualquier otro tipo de rellenos o ensaladas.

Las capas superiores evitaron que los olores fuertes entraran a las fosas nasales a través del techo de la boca, lo que habrí­a contaminado el sabor del bocadillo.

Para untar

Una fina capa de margarina o mantequilla aplicada al pan crea una barrera hidrofóbica que evita que el sándwich absorba la humedad.

Es esta técnica la que permite conservar en óptimo estado la mayorí­a de los bocadillos que se presentan envueltos en cajas en los supermercados, ya que impide que los emparedados queden empapados.

Sin embargo, la humedad de una salsa o de una sustancia o condimento para untar es imprescindible debido a que ayuda a llevar el sabor de los compuestos a través de su saliva a sus papilas, los centros de gusto de su boca.

Pan

Un pan crujiente con una miga suave – como una baguette o una barra de pan tipo francés – es la base ideal para el sándwich perfecto.

«Nuestro cerebro está diseñado para reconocer contrastes», dice This.

«Una gran receta capitaliza en la forma en que nuestro cerebro y nuestros órganos sensoriales perciben el sabor», agrega.

«Considere el olor del cigarrillo, por ejemplo: con el tiempo nuestro cerebro se fatiga ante esta particular entrada sensorial y dejamos de notar el olor. El mismo principio se aplica con el gusto», afirma This.

Las mejores sugerencias

Calor: Aplicar un poco de calor puede ayudar a mejorar el sabor de un sándwich ordinario.

El calor incentiva los aceites esenciales en los ingredientes llevando la mayor parte del sabor al aire, lo que significa que usted apreciará más la experiencia gracias a sus canales nasales.

Tocineta o tocino: El doctor Graham Clayton del Departamento de Ciencia de los Alimentos en la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, determinó que no es el olor del tocino lo más importante, es la textura.

Para conseguir la textura perfecta, Clayton sugiere colocar a la parrilla las lonchas de tocino durante siete minutos a 240 ºC.

Este artí­culo fue publicado en la revista BBC Focus

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