La fijación de la Iglesia por el esfínter anal viene de largo, y va más allá que la de cualquier otra parte de nuestra anatomía. Por ejemplo, en el siglo XVII, la Iglesia Católica quiso dilucidar si el consumo rectal de caldo de ternera infringía de algún modo el ayuno de Cuaresma. Literalmente, la duda […]
