La Unión Europea no autoriza 19 de cada 20 suplementos nutricionales en alimentos

Toca Comer.   La Unión Europea no autoriza  19 de cada 20 suplementos nutricionales en alimentos. Marisol Collazos Soto, Rafael Barzanallana

Aunque la nutrición influye en nuestra salud, los beneficios de los nutrientes no son tantos como la publicidad quiere hacernos creer. Y la primera lista de propiedades demostradas (y, por tanto, aptas para ser incluidas en los anuncios) reconocida por la Comisión Europea lo acredita.

Esta relación es bastante corta (menciona 67 nutrientes, algunos obvios como vitaminas y minerales o el agua), a los que relaciona menos de 220 propiedades. Para hacerse una idea de la criba, la Comisión recibió más de 44000 solicitudes que redujo a 4637 una vez agrupó las que eran iguales. Esto quiere decir que rechazó 19 de cada 20 supuestos beneficios.

En la lista también se indica el mensaje que podrá ir en el etiquetado, y las cantidades que deben ingerirse para que esa alegación sea cierta.

En el repaso a lo aprobado destacan algunos beneficios obvios (los de vitaminas y minerales, algunos componentes del aceite de oliva, el agua y la fibra) junto con otros más dudosos. El reglamento entrará en vigor el 14 de diciembre de 2012.

Por ejemplo, del ácido oleico se especifica que “la sustitución de grasas saturadas por grasas insaturadas en la dieta contribuye a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo. El ácido oleico es una grasa insaturada”.

El agua tiene reconocidas dos: que contribuye “a mantener las funciones físicas y cognitivas normales” y “a la regulación normal de la temperatura corporal. Eso sí, hay que tomar dos litros al día.

Sobre los fitosteroles, se admite que “contribuyen a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo”, si se toman 0,8 miligramos diarios.

Aunque casi tan interesante es lo que no se nombra. Por ejemplo, la soja no se menciona directamente ni alguno de sus supuestos componentes beneficiosos (isoflavonas). Tampoco otros productos que ahora están de moda como la coenzima Q. Sobre los fermentos lácteos (lactobacilos), solo dice que “los cultivos vivos del yogur o de la leche fermentada mejoran la digestión de la lactosa del producto en las personas con problemas para digerir la lactosa”

Fuente: ElPaís.com

Las isoflavonas de la soja no previenen la pérdida de masa ósea ni los síntomas de la menopausia

Toca Comer. No hay evidencia científica de benficiso atribuidos a las isoflavonas de soja. Marisol Collazos Soto
Entre los muchos productos que productos las industrias alimentarias anuncian alegando supuestas efectos medicinales y a veces casi milagrosos, destacan las isoflavonas de soja, promocionadas para la prevención de la osteoporosis y los síntomas vasomotores de la menopausia. Se ha publicado en Archives of Internal Medicine un ensayo clínico que ha tenido como objetivo determinar la eficacia de los comprimidos de isoflavonas de la soja en dichas indicaciones. ¿Són útiles las isoflavonas? ¿o su pretendida eficacia es solo un ardid publicitario? Este estudio trata, desde una gran solidez metodológica, de aclarar un viejo área de incertidumbre.

Metodología: ensayo clínico aleatorizado (no se describe la aletorización) doble ciego (se describe el enmascaramiento) y controlado con placebo que reclutó mujeres menopáusicas (n=248) desde hacía <5 años, con una edad entre 45-60 años y una T score de -2,0 o mayor en la columna vertebral o la cadera (determinada mediante DEXA). Las pacientes fueron aleatoriamente asignadas a un grupo tratado con comprimidos de isoflavonas de la soja (200 mg/día) o placebo. La variable de resultado principal fue el cambio experimentado por la DMO en la columna vertebral, cadera y cuello femoral tras 2 años de seguimiento. Los cambios en los síntomas menopáusicos formaron parte de una variable secundaria. Se controlaron la adherencia al tratamiento y la ingesta de calcio.

Resultados: tras dos  años de seguimiento, no se observaron diferencias significativas entre el grupo tratado con isoflavonas o placebo. Los cambios de la DMO a nivel espinal fueron -2,0% y -2,3%, en la cadera de -1,2% y 1,4% y en el cuello femoral de -2,2% y -2,1% respectivamente. En términos de seguridad, las pacientes tratadas con isoflavonas de soja experimentaron un mayor proporción de sofocos y estreñimiento, en comparación con el grupo control. No hubo diferencias entre grupos en términos de adherencia al tratamiento.

Conclusión de los autores: en la población estudiada, la administración diaria de comprimidos con 200 mg de isoflavonas de la soja durante 2 años no previno la pérdida ósea ni los síntomas de la menopausia.

Fuente de financiación: National Institute of Arthritis and Musculoskeletal and Skin Diseases. (National Institutes of Health).

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