Un reciente estudio publicado en la revista Frontiers in Nutrition ha comparado durante siete días cuatro modelos dietéticos de aproximadamente 2000 kcal diarias: la dieta mediterránea (omnivora), dos dietas con predominancia vegetal (pesco-vegetariano y ovo-lacto-vegetariano) y una dieta vegana estricta. Esta investigación, realizada por investigadores de la Universidad de Granada y otras instituciones españoles, analiza tanto la adecuación nutricional como la huella ambiental de cada patrón alimentario, aportando datos relevantes sobre la viabilidad de transiciones hacia dietas más sostenibles y saludables.frontiersin
Objetivos y metodología del estudio
Los menús fueron diseñados de acuerdo con recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y la Unión Vegetariana Española (UVE), sustituyendo progresivamente alimentos de origen animal por alternativas vegetales cuidadosamente seleccionadas para mantener el equilibrio nutricional. La ingesta de macro y micronutrientes se evaluó con tablas de composición de alimentos españolas y estándares internacionales de referencia, mientras que las huellas ambientales se calcularon con datos de Agribalyse y otras fuentes especializadas.frontiersin
Resultados nutricionales: equilibrio y desafíos
Aunque los perfiles de macronutrientes entre las cuatro dietas resultaron similares, destacándose la capacidad de cubrir las necesidades proteicas en todos los casos, el estudio identificó algunas diferencias clave en micronutrientes. Todos los menús presentaron ciertas deficiencias potenciales en vitamina D y yodo, con la dieta vegana mostrando también bajas cantidades de vitamina B12, un nutriente crítico que requiere suplementación o fortificación externa en este grupo.
El patrón vegano ofreció una mayor ingesta de fibra y menor proporción de grasas saturadas, además de un mejor perfil lipídico total, mientras que las dietas pesco- y ovo-lacto-vegetarianas mostraron ventajas en la ingesta de vitamina D y yodo debido al consumo limitado de productos animales permitidos.
Impacto ambiental: un ahorro significativo
El análisis ambiental reveló una reducción progresiva y significativa en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), uso del agua y ocupación del suelo, desde la dieta mediterránea hasta la vegana. El menú vegano mostró hasta un 46% menos de emisiones de CO2 en comparación con la dieta omnivora, junto con reducciones comparables en consumo de agua y uso de tierra, evidenciando que la sustitución de alimentos animales por plantas disminuye considerablemente el impacto ambiental de la alimentación.frontiersin
Otros indicadores, como la acidificación, eutrofización y toxicidad en ecosistemas acuáticos, se redujeron también de manera notable en las dietas basadas en plantas, mostrando beneficios para la biodiversidad y la salud humana.
Conclusiones y recomendaciones
Este estudio aporta evidencia sólida sobre la viabilidad nutricional y sostenibilidad ecológica de dietas predominantemente basadas en plantas, destacando la importancia de una planificación adecuada para evitar deficiencias en micronutrientes específicos, especialmente en dietas veganas. Se recomienda el uso de suplementos de vitamina B12, vitamina D y fuentes alternativas de yodo para mantener un estado nutricional óptimo.
Asimismo, la transición hacia dietas más sostenibles puede contribuir de manera significativa a alcanzar objetivos globales de mitigación del cambio climático y de salud pública, apoyando los objetivos de desarrollo sostenible para 2030.
En definitiva, la adopción consciente y bien informada de patrones alimentarios de origen vegetal no solo apoya la salud personal, sino que se posiciona como un imperativo ético y ambiental para el futuro del planeta.frontiersin