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Archivo mensual: mayo 2009

Absuelto de un delito de propiedad intelectual porque «no hubo ánimo de lucro»

El Juzgado de lo Penal 4 de Pamplona ha absuelto a Javier M.B. del delito contra la propiedad intelectual del que fue acusado por haberse descargado de Internet 3322 películas y un número indeterminado de piezas musicales.

La sentencia considera probada que estas descargas se realizaron entre 2003 y 2004 «sin consentimiento de los titulares de los derechos de autor» pero para «uso particular» o «intercambio con otros internautas».

Subraya así que no ha quedado acreditado que el acusado haya obtenido «ningún tipo de ventaja económica con la venta de todo o parte del material que almacenaba».

Y ante la falta de prueba «para enervar el derecho a la presunción de inocencia», puntualiza el fallo, ya que el denunciante no aportó «ninguna prueba del lucro», el tribunal declara al procesado inocente de un delito contra la propiedad intelectual.

Fuente: 20Minutos.es

Bajo licencia Creative Commons

La Feria del Libro de Madrid, no permite «ebooks»

Leyendo sobre la Feria del Libro que se va a celebrar en Madrid me encuentro con la noticia de que la Feria va a impedir que haya ebooks en las casetas. Y esto me recuerda claramente a la posición en la que se enroscaron las discográficas cuando empezó el fenómeno mp3. Por tanto, los editores de libros van a sufrir mucho, como lo hicieran las discográficas en su día.

Se puede debatir muy ampliamente de si el fenómeno ebook va a arrasar el modelo tradicional del libro, como lo ha hecho el mp3 con el de los discos. Antes la gente compraba discos, ahora lo que demanda es mp3 sueltos. Las discográficas no lo quisieron aceptar y dejaron de vender mucho por enroscarse en su modelo de sacar CDs. Quizá el modelo de los libros sea distinto, quizá la nostalgia del papel sea mucho más importante que la de un frío plástico redondo, pero desde luego hay algo que se mueve en el sector y los editores parece que se están enroscando en su cómoda posición.

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De software, internet, legales Sobre autores mediocres piratas

Para los que llevamos muchos años con el software libre es ya una historia conocida: después de ignorarte o reirse de ti llega la fase del “ataque”. Así nos han dicho de todo, talibanes, cáncer, fanáticos, ladrones, etc. etc.

Ahora estamos viviendo una esta similar de los que proponen la regulación de Internet y el recorte de las libertades individuales en favor de sus propios intereses: mantener un modelo de negocio imposible.

Así, aunque el debate es variado y con opciones diversas (por ejemplo EDans no tiene [gran parte de] razón o Casciari tiene razón, pero peligrosamente optimista), esos ignorantes del debate y que se han quedado sin argumentos entran a saco con la descalificación personal y de toda la comunidad. Un ejemplo lo sufrí en persona y en directo por la radio, pero el que leí el domingo pasado en El País me dejó frío, aunque ya debería estar acostumbrado.

Se trata de Sobre piratas y ladrones de Jose María Guelbenzu. No había visto tanta ignorancia, tanto FUD, tanto maniqueismo y <perez_reverte>cainismo</perez_reverte> en tan pocas líneas. No sé cómo El País se atreve a publicar semejante artículo… o sí que lo sé. Pero que al menos no le llamen “Tribuna”, en todo caso “La grada” o “La voz de sus amos”.

De cualquier forma creo que da una excelente oportunidad para responderle en los mismos términos, estilo y falacias ad-hominem a tutiplen. Me servirá para practicar un poco de populismo victimista y con suerte saldrá publicado en algún periódico.

Sobre autores mediocres piratas

Para ciertos individuos la sociedad tiene una deuda hacia ellos. Ésta es la idea bajo cuya bandera muchos de ellos, consciente o inconscientemente, están cometiendo toda clase de atentados contra la libertad individual gracias a la mal llamada propiedad intelectual.

En la sociedad, la palabra propiedad intelectual lo envenena todo, es la coartada perfecta para toda clase de injurias y calumnias al tiempo que privatizan la cultura.

Las leyes de propiedad intelectual permite apropiarse de contenidos que bien son copiados directamente o bien, siendo incluso adquiridos inicialmente, se redistribuyen o se revenden a precios discriminatorios al tiempo que se convierte en delincuente al que comparte cultura.

Ya no es teoría ni especulación la idea de una propiedad total sobre la cultura y el conocimiento como representación de un mundo donde la privacidad e intimidad no tienen cabida. Es como un Gran Hermano orwelliano, pero mucho peor.

Simbólicamente, Victor Hugo es la imagen del autor que a pesar de los favores y dineros que recibía de Luis XVIII o la Reina Victoria no fió su fortuna ni la de sus descendientes a la gracia de sus señores o del público. Hasta entonces, el artista creaba a expensas de su protector, ya fuera éste el rey, una institución o incluso un comerciante enriquecido; desde Victor Hugo, el “artista”, amparándose en la Convención de Berna que ayudó a crear, empezó a reclamar propiedades antes inexistentes, a cobrar por cada pieza vendida y tratar de ladrones a sus lectores. Cuando los intermediarios entraron en escena se montó una cadena de negocio al final de la cual estaban los abogados.

En los últimos años, una figura ha empezado a reproducirse vertiginosamente en el mundo de la cultura: el autor mediocre. El autor mediocre es un ser humano que se dispone, a diferencia del resto de los humanos, a sacar partido de la sociedad cobrando de por vida más noventa años del trabajo que hizo sólo una vez.

Ha escrito un libro intrascendente, abona su cuota a la sociedad gestora, trabaja para un gran medio de comunicación y tiene conciencia de pertenecer a un lobby o asociación que salvará a la cultura. Toda esta inversión procede de su trabajo en una gran empresa, o de la sociedad gestora, o de subvenciones estatales, de las cuales cobra un dinero.

El autor mediocre considera indiscutible su derecho a ser pagado –de por vida y también sus descendientes– por su breve trabajo, pero, ¡oh paradoja!, considera igualmente indiscutible apoderarse, sin pagar por ello, del trabajo ajeno en nombre de la cultura popular. De donde venga esta idea es algo misterioso.

Quizá su origen remoto esté relacionado con el proceso que comenzó hace años con el new age bajo el lema “todo es relativo”, que viene a decir que tanto vale mi opinión como la misma realidad, aunque la realidad sea tozuda y yo un piernas que no pudo acabar estudios universitarios de letras. Por esa línea de pensamiento débil o simplemente tonto se llega a la idea de que libertad depende de cómo la mires y quién se la merece. Y ahí está el corazón del problema.

En los viejos tiempos, muchos desdichados viajeros eran abordados por salteadores de caminos que, pistola en mano, les conminaban a entregar “la bolsa o la vida”. Por lo general, entregaban la bolsa y la ropa y se iban con una mano delante y otra detrás mientras los bandidos se repartían el botín.

En nuestros días, el autor mediocre, influencia política en mano, se apropia del dinero ajeno para su entretenimiento, y si se anuncia mayoritariamente de parte de los expertos de que alguna medida legal es inconstitucional, como en Francia, avisan de que les da igual, es decir, que seguirán insistiendo, calumniando y cobrando al resto de la sociedad. Toda una declaración de intención; ahí no hay inconsciencia.

La sociedad a la que se le quita el dinero y algunas asociaciones preocupadas por un justo balance entre interés cultural y la libertad individual, buscan soluciones que pasan por la re-estructuración (que los autores rechazan airadamente) de un cánon injusto y gestionado de manera oscura que no llega a los autores de las obras que consumimos,  o a las compañías de telefonía (que también se niegan pagar el mismo impuesto que ya les obligarán a pagar a TVE y así transferir cientos de millones de euros de publicidad hacia la televisiones privadas, gestionadas por los mismos grupos mediáticos).

Yo no estoy en contra de pagar un cánon, pero sí a favor de una distribución justa y transparente al tiempo que no se restrinjan las libertades individuales, porque negar la libertad individual es una manera de fomentar la quiebra de la democracia y la solidaridad social imprescindible.

Y estoy decididamente a favor de fomentar la cultura; pero así como generarla cuesta dinero a la sociedad, por la misma razón no se debe de pagar dinero por descargarse libros, películas o canciones que ya han sido debidamente pagadas por todos.

Es la palabra propiedad intelectual la que lo envenena todo y la coartada perfecta, así que debe de usarse la palabra adecuada: latrocinio, despojo, apropiación indebida… y tendría que explicarse ya desde el colegio.

La mala conciencia del autor mediocre aparece cuando éste intenta justificarse acusando de abusos a la propiedad intelectual (que también abusa de una mayoría de artistas que trabajan cada día): no me cabe duda de que los ha habido y los habrá, lo que no justifica que la respuesta sea la del señor feudal que se echa a los caminos a condenar a todos sus vasallos.

Y por último, las asociaciones de autores ya se han convertido desde hace décadas, con sus millones de euros provenientes de cánones y subvenciones, en grupos de presión sobre el poder para que éste legisle contra derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, Carta de los Derechos Humanos y acuerdos europeos e internacionales: el de la libertad individual, la intimidad y la privacidad de las comunicaciones. Es el triunfo de los adoradores del becerro de oro de la propiedad intelectual y la miseria de la política esclavizada a los grupos de presión y sus artistas lameculos.

Parafraseando a Goebbels: “¡Oh, Propiedad Intelectual, una mentira, repetida cien años, se convierte en verdad!”.

Ricardo Galli es programador, profesor y empresario, con estudios acabados, sin braguetazo conocido, sin relación alguna con grandes medios ni voluntad de vivir sin trabajar. [*]

[*] Aviso para tuiteros que sólo se quedan con la frase que les conviene: es también la obligada boutade, recomiendo leer la impresionante biografía del autor del artículo original

Para los que llevamos muchos años con el software libre es ya una historia conocida: después de ignorarte o reírse de ti llega la fase del “ataque”. Así nos han dicho de todo, talibanes, cáncer, fanáticos, ladrones, etc. etc.

Ahora estamos viviendo una esta similar de los que proponen la regulación de Internet y el recorte de las libertades individuales en favor de sus propios intereses: mantener un modelo de negocio imposible.

Así, aunque el debate es variado y con opciones diversas (por ejemplo EDans no tiene [gran parte de] razón o Casciari tiene razón, pero peligrosamente optimista), esos ignorantes del debate y que se han quedado sin argumentos entran a saco con la descalificación personal y de toda la comunidad. Un ejemplo lo sufrí en persona y en directo por la radio, pero el que leí el domingo pasado en El País me dejó frío, aunque ya debería estar acostumbrado.

Se trata de Sobre piratas y ladrones de Jose María Guelbenzu. No había visto tanta ignorancia, tanto FUD, tanto maniqueismo y <perez_reverte>cainismo</perez_reverte> en tan pocas líneas. No sé cómo El País se atreve a publicar semejante artículo… o sí que lo sé. Pero que al menos no le llamen “Tribuna”, en todo caso “La grada” o “La voz de sus amos”.

De cualquier forma creo que da una excelente oportunidad para responderle en los mismos términos, estilo y falacias ad-hominem a tutiplen. Me servirá para practicar un poco de populismo victimista y con suerte saldrá publicado en algún periódico.

Sobre autores mediocres piratas

Para ciertos individuos la sociedad tiene una deuda hacia ellos. Ésta es la idea bajo cuya bandera muchos de ellos, consciente o inconscientemente, están cometiendo toda clase de atentados contra la libertad individual gracias a la mal llamada propiedad intelectual.

En la sociedad, la palabra propiedad intelectual lo envenena todo, es la coartada perfecta para toda clase de injurias y calumnias al tiempo que privatizan la cultura.

Las leyes de propiedad intelectual permite apropiarse de contenidos que bien son copiados directamente o bien, siendo incluso adquiridos inicialmente, se redistribuyen o se revenden a precios discriminatorios al tiempo que se convierte en delincuente al que comparte cultura.

Ya no es teoría ni especulación la idea de una propiedad total sobre la cultura y el conocimiento como representación de un mundo donde la privacidad e intimidad no tienen cabida. Es como un Gran Hermano orwelliano, pero mucho peor.

Simbólicamente, Victor Hugo es la imagen del autor que a pesar de los favores y dineros que recibía de Luis XVIII o la Reina Victoria no fió su fortuna ni la de sus descendientes a la gracia de sus señores o del público. Hasta entonces, el artista creaba a expensas de su protector, ya fuera éste el rey, una institución o incluso un comerciante enriquecido; desde Victor Hugo, el “artista”, amparándose en la Convención de Berna que ayudó a crear, empezó a reclamar propiedades antes inexistentes, a cobrar por cada pieza vendida y tratar de ladrones a sus lectores. Cuando los intermediarios entraron en escena se montó una cadena de negocio al final de la cual estaban los abogados.

En los últimos años, una figura ha empezado a reproducirse vertiginosamente en el mundo de la cultura: el autor mediocre. El autor mediocre es un ser humano que se dispone, a diferencia del resto de los humanos, a sacar partido de la sociedad cobrando de por vida más noventa años del trabajo que hizo sólo una vez.

Ha escrito un libro intrascendente, abona su cuota a la sociedad gestora, trabaja para un gran medio de comunicación y tiene conciencia de pertenecer a un lobby o asociación que salvará a la cultura. Toda esta inversión procede de su trabajo en una gran empresa, o de la sociedad gestora, o de subvenciones estatales, de las cuales cobra un dinero.

El autor mediocre considera indiscutible su derecho a ser pagado –de por vida y también sus descendientes– por su breve trabajo, pero, ¡oh paradoja!, considera igualmente indiscutible apoderarse, sin pagar por ello, del trabajo ajeno en nombre de la cultura popular. De donde venga esta idea es algo misterioso.

Quizá su origen remoto esté relacionado con el proceso que comenzó hace años con el new age bajo el lema “todo es relativo”, que viene a decir que tanto vale mi opinión como la misma realidad, aunque la realidad sea tozuda y yo un piernas que no pudo acabar estudios universitarios de letras. Por esa línea de pensamiento débil o simplemente tonto se llega a la idea de que libertad depende de cómo la mires y quién se la merece. Y ahí está el corazón del problema.

En los viejos tiempos, muchos desdichados viajeros eran abordados por salteadores de caminos que, pistola en mano, les conminaban a entregar “la bolsa o la vida”. Por lo general, entregaban la bolsa y la ropa y se iban con una mano delante y otra detrás mientras los bandidos se repartían el botín.

En nuestros días, el autor mediocre, influencia política en mano, se apropia del dinero ajeno para su entretenimiento, y si se anuncia mayoritariamente de parte de los expertos de que alguna medida legal es inconstitucional, como en Francia, avisan de que les da igual, es decir, que seguirán insistiendo, calumniando y cobrando al resto de la sociedad. Toda una declaración de intención; ahí no hay inconsciencia.

La sociedad a la que se le quita el dinero y algunas asociaciones preocupadas por un justo balance entre interés cultural y la libertad individual, buscan soluciones que pasan por la re-estructuración (que los autores rechazan airadamente) de un cánon injusto y gestionado de manera oscura que no llega a los autores de las obras que consumimos,  o a las compañías de telefonía (que también se niegan pagar el mismo impuesto que ya les obligarán a pagar a TVE y así transferir cientos de millones de euros de publicidad hacia la televisiones privadas, gestionadas por los mismos grupos mediáticos).

Yo no estoy en contra de pagar un cánon, pero sí a favor de una distribución justa y transparente al tiempo que no se restrinjan las libertades individuales, porque negar la libertad individual es una manera de fomentar la quiebra de la democracia y la solidaridad social imprescindible.

Y estoy decididamente a favor de fomentar la cultura; pero así como generarla cuesta dinero a la sociedad, por la misma razón no se debe de pagar dinero por descargarse libros, películas o canciones que ya han sido debidamente pagadas por todos.

Es la palabra propiedad intelectual la que lo envenena todo y la coartada perfecta, así que debe de usarse la palabra adecuada: latrocinio, despojo, apropiación indebida… y tendría que explicarse ya desde el colegio.

La mala conciencia del autor mediocre aparece cuando éste intenta justificarse acusando de abusos a la propiedad intelectual (que también abusa de una mayoría de artistas que trabajan cada día): no me cabe duda de que los ha habido y los habrá, lo que no justifica que la respuesta sea la del señor feudal que se echa a los caminos a condenar a todos sus vasallos.

Y por último, las asociaciones de autores ya se han convertido desde hace décadas, con sus millones de euros provenientes de cánones y subvenciones, en grupos de presión sobre el poder para que éste legisle contra derechos fundamentales reconocidos en la Constitución, Carta de los Derechos Humanos y acuerdos europeos e internacionales: el de la libertad individual, la intimidad y la privacidad de las comunicaciones. Es el triunfo de los adoradores del becerro de oro de la propiedad intelectual y la miseria de la política esclavizada a los grupos de presión y sus artistas lameculos.

Parafraseando a Goebbels: “¡Oh, Propiedad Intelectual, una mentira, repetida cien años, se convierte en verdad!”.

Ricardo Galli es programador, profesor y empresario, con estudios acabados, sin braguetazo conocido, sin relación alguna con grandes medios ni voluntad de vivir sin trabajar. [*]

[*] Aviso para tuiteros que sólo se quedan con la frase que les conviene: es también la obligada boutade, recomiendo leer la impresionante biografía del autor del artículo original

Fuente:

Bajo licencia Creative Commons

Alternativa Adobe a PowerPoint

De la mano de Adobe nos llega una nueva aplicación «en la nube» con la que podremos tanto realizar como mostrar presentaciones on-line. Dispone de una sencilla interfaz y ofrece accesibilidad desde cualquier ordenador con Internet. Una de las características destacadas es que permite a varias personas trabajar en la misma presentación de forma simultánea identificando cada zona de trabajo personal. Su nombre, Adobe.com Presentations.

Adobe acaba de presentar en formato beta una nueva aplicación para presentaciones que pretende hacer sombra a la tradicional aplicación de la suite ofimática de Microsoft Office, PowerPoint. Se trata de Acrobat.com Presentations, con la que se podrán realizar múltiples tareas de forma sencilla y multiusuario gracias a su arquitectura «en la nube«.

Se puede acceder a Presentations desde la página web de Adobe Labs con un navegador que disponga de Flash 10. La sencilla interfaz de uso del área de trabajo muestra qué usuario está  trabajando en qué transparencia / diapositiva y permite bloquear la misma durante dicho proceso. Dispone de temas y esquemas profesionales para realizar presentaciones así como un potente sistema de tratamiento de imágenes y gráficos integrado.

Permite además el uso de vídeos en las presentaciones -en este caso, lógicamente, vídeos en formato FLV- dando un toque más dinámico a las presentaciones y permite que sean exportadas al popular formato PDF. Una interesante alternativa de Adobe para poder potenciar la creación de presentaciones on-line.

Fuente: muycomputer.com

Nuevas recomendaciones de la Agencia de Protección de Datos

La Agencia Española de Protección de Datos ha editado recientemente una nueva versión de la Guía de Recomendaciones a usuarios de Internet.

En ella nos recuerda la necesidad de respetar los derechos de los demás cuando se utilicen aplicaciones que permiten publicar datos personales, videos o fotos, e incluye un apartado específico sobre el uso de Internet por los menores, recalcando la importancia de educarles en un uso seguro de Internet y de adoptar medidas de seguridad.

La Guía recoge 12 campos de la Red en los que los usuarios pueden estar expuestos a riesgos -como las redes P2P, los buscadores, las videocámaras en Internet y las redes sociales- y aporta recomendaciones para prevenirlos.

Entre las recomendaciones contenidas en la guía, cabe destacar las siguientes:

  • La responsabilidad de los internautas
  • El uso de Internet por los menores
  • Las redes sociales
  • Los buscadores
  • Las videocámaras en Internet
  • El correo electrónico
  • Los servicios Peer to Peer
  • Virus, gusanos y ataques basados en la Ingeniería Social
  • Comercio y Banca electrónica
  • Servicios de mensajería instantánea y chats
  • Navegación por Internet

La guía se puede descargar desde este enlace.

Fuente: Procedimienmtos Telemáticos

La Junta de Extremadura implanta la receta electrónica en sanidad

En este proyecto, IBM ha participado como socio tecnológico, proporcionando a la Junta de Extremadura servicios de consultoría e integración de sistemas, así como la plataforma tecnológica necesaria para acometer la implantación. La plataforma tecnológica se compone principalmente de software de aplicaciones WebSphere y Sistemas Power, servidores de gama alta caracterizados por su robustez y potencia de proceso y con capacidades de virtualización únicas en el mercado.

Gracias a la apuesta de la Junta de Extremadura, de los Colegios de Farmacéuticos de la Región e IBM por el uso de los estándares sanitarios, el sistema extremeño de receta electrónica ha podido diseñarse para que pueda conectarse con los sistemas de otras Comunidades Autónomas.

El funcionamiento de la receta electrónica es sencillo y ofrece ventajas tanto al médico como al paciente y oficinas de farmacia.

Ventajas

La receta electrónica tiene ventajas para toda la sociedad. En primer lugar, proporciona una mayor seguridad al ciudadano sobre su salud, ya que facilita el seguimiento y control de los tratamientos. También mejora la calidad asistencial, ya que los médicos tienen más tiempo (hasta un 30%) para atender a los pacientes.

Además, los pacientes ahorran tiempo en desplazamientos y, por otro lado, la atención sigue siendo constante, porque pueden consultar cualquier duda al farmacéutico que está en contacto directo con los profesionales de la salud a través del sistema informático. También es beneficioso para los farmacéuticos, que eliminan burocracia y su función como agente sanitario adquiere más protagonismo.

La receta electrónica funciona de la siguiente manera:

El médico accede a JARA, el sistema de información de gestión sanitaria del Servicio Extremeño de Salud donde se aloja el historial clínico electrónico del paciente y cuya implantación también ha sido realizada por IBM.

JARA proporciona herramientas de ayuda a la prescripción y permite que el médico prescriba un tratamiento de hasta un año de duración. Este tratamiento queda registrado en el sistema, actualizándose el historial clínico electrónico del paciente.

Como ayuda al paciente, el médico le entrega un documento con los medicamentos prescritos y la pauta que el paciente debe seguir. Este impreso cuenta con un código de barras o «marca de identidad» de ese tratamiento concreto para ese paciente.

En la oficina de farmacia, el farmacéutico visualiza en su ordenador, gracias a un lector de código de barras, el tratamiento prescrito en el impreso. El farmacéutico sólo puede acceder a ese tratamiento en concreto, garantizándose la confidencialidad de la información sobre el paciente.

Cada vez que el paciente necesite su medicamento, no tiene que volver al centro de salud a por nuevas recetas, ya que con su tarjeta sanitaria y ese documento con la marca de identidad, el farmacéutico podrá acceder al sistema de receta electrónica y dispensarle lo que indicó el médico, lo que ahorrará tiempo y desplazamientos innecesarios.

El farmacéutico anota en el sistema la entrega del medicamento. Esta información queda reflejada en el historial electrónico del paciente, de tal manera que el médico puede comprobar que el medicamento le ha sido dispensado.

El paciente puede consultar sus dudas al farmacéutico, las cuales quedan registradas en el sistema, que las enviará al médico que lleva a ese paciente en concreto.

Este proyecto ha sido posible gracias a la apuesta de la Consejería de Sanidad y Dependencia por crear un sistema tecnológico común para todos los centros de salud, que permite acceder y actualizar desde cualquier punto el historial electrónico del paciente. Actualmente, se han dispensado ya en Extremadura más de un millón de recetas de forma electrónica.

Fuente: LaFlecha

Jamba, los timadores del siglo XXI

El timo de la estampita ya se ha quedado viejo.
Ahora los timos son mucho más sofisticados, y usan alta tecnología.
Sin duda el ejemplo más claro es el software y contenidos para móviles.

Un día hice la prueba con una aplicación de Jamba, y para demostraroslo, os dejo un desglose de los gastos:

Vi en los anuncios el famoso partner tracker, y decidí echar calculos a ver que pasaba. Evidentemente me suponía que era un timo, por eso mismo lo hice, para poder demostrarlo luego.

Y empezamos:

  • Mensaje 1: Envía “tal” al número XXXX para conseguir el localizador de pareja…. 1?20 €
  • Mensaje 2: Ahora necesitamos la marca de tu móvil…. 1?20 €
  • Mensaje 3: Ahora el modelo….. 1?20 €
  • Mensaje 4: Ahora dinos si la pantalla es a color (¿entonces para qué leches me preguntas marca y modelo?)…. 1?20 €
  • Mensaje 5: Ahora necesitamos que nos envíes OK para confirmar tu pedido (esto si que no tiene desperdicio)…. 1?20
  • Tráfico wap para la descarga del juego…. Aprox. 2 €

Y la factura total asciende a……..     8€

¿Y todo para qué? para ver que escribas el número que escribas, siempre ves la misma animación….

Cito de su página web:

Fun Application: Rastrea a tu pareja y descubre lo que está haciendo

¿Siempre has querido saber lo que anda haciendo tu pareja cuando no está contigo? Tenemos algo mejor. Enseña a tus amigos dónde está tu pareja y lo que está haciendo en ese momento. Sólo tienes que introducir su número y pulsar “track” y aparecerá en tu móvil. Con este programa serás el rey de todas las fiestas. Diversión para todos. ¿A qué estás esperando? Consigue ya tu Partnertracker. No es un localizador GPS real. Además este software no requiere Internet

¡Claro! ¡No es un GPS real! Pero eso no es lo que parece al ver el anuncio, ¿a que no? ¡Ah no! Quizás en las letras esas que son tan pequeñas y van tan rápido que ni el mismo Kyle XY podría leerlas lo pone, así que claro, legalmente ellos lo han avisado, si has caído como un primo es tu culpa….

Fuente:  ¿POR QUÉ NO PUEDO TENER UN BLOG?

Almacenamiento holográfico pentadimensional

Un equipo de investigadores en la Universidad de Tecnología de Swinburne en Australia ha afirmado encontrar la manera de almacenar hasta 1.6TB en un disco óptico y que en 10 años tendrían una capacidad 10,000 veces mayor que los actuales DVDs.

Esto gracias al aprovechamiento de las nanopartículas en discos pentadimensionales, utilizando la recién desarrollada tecnología holográfica para usar una tercera dimensión (profundidad del disco), nanopartículas que reaccionan al color (4ª dimensión) y polarizaciones (5ª dimensión) como explican en la revista Nature.

Cabe recordar que los actuales DVDs y Discos Bluray son grabados en dos dimensiones usando la superficie del disco, y con este nuevo descubrimiento se podría guardar hasta 480 películas o 400,000 canciones en un solo disco.

Hace unos meses ya General Electric anunciaba su disco holográfico que permitiría almacenar hasta 100 DVD dentro de un disco, pero este descubrimiento podría ir más allá con Samsung Electronics, con quién ya se han firmado acuerdos para hacer posible esta tecnología que podría almacenar 10TB de datos algún día.

Fuente: FayerWayer

Bajo licencia Creative Commons

Enlaces de interés:

DVD de doble capa

Divulgación informática

Cuando criminalizar es un gran negocio

Cuando en los años 60 del siglo pasado se descubrió que los particulares hacían copias no consentidas por los titulares de los derechos utilizando la tecnología de aquella época (las cintas magnetofónicas y las musicassettes), se tomaron en consideración los siguientes elementos y se diseñó un sistema de compensación ampliamente conocido como «canon»:

  • Copia privada: todas las que eran ilícitas realizadas en el ámbito doméstico por los particulares para su uso propio.
  • Acreedor del canon: las empresas que se beneficiaban de una mayor venta, esto es, los fabricantes de las cassettes y de los aparatos de grabación.
  • Criminalización social: ninguna, puesto que se convalidaban de esta manera todas las copias realizadas por los ciudadanos.

La filosofía subyacente estaba muy clara: convalidar las copias que los ciudadanos realizaban por no poderse controlar las mismas y remunerar a los autores. Sin embargo, esta filosofía se quebró en nuestro siglo con las actuales copias: las que los ciudadanos realizan con los programas p2p. Como es bien sabido, cuando se reformó en julio de 2006 nuestra Ley de Propiedad Intelectual introduciendo el llamado canon digital, tanto el Partido Popular como el Partido Socialista aprobaron unánimemente un canon que no sólo no convalidaba las copias realizadas por los ciudadanos sino que, además, en la ley se restringía el concepto de copia privada. De esta manera se traicionaban los fines buscados por la anterior legislación y se pasó a un sistema diferente:

  • Copia privada: una muy escasa proporción de las copias realizadas por los particulares.
  • Acreedor del canon: se deja fuera a los verdaderos beneficiarios del actual estado del arte, que son las empresas de telecomunicaciones y se continúa con el anterior diseño de acreedores.
  • Criminalización social: absoluta.

Nuestros corruptos partidos políticos, sorprendentemente de acuerdo en algo, perdieron una oportunidad histórica de diseñar un canon
acorde con la finalidad de la ley (la convalidación de las copias y satisfacción a los autores), que hubiera sido el siguiente:

  • Copia privada: todas las que los ciudadanos realizan con la tecnología del momento, lo que incluye, por supuesto, las realizadas con los programas de intercambio p2p.
  • Acreedores del canon: las empresas que se benefician actualmente, que son las de telecomunicaciones.
  • Criminalización social: ninguna.

Este sistema, además, tendría una ventaja adicional: ni el Estado, ni las empresas, ni los autónomos, satisfarían canon y el papel del siglo XXI (el soporte digital) dejaría de estar gravado. Si la línea de conexión fuese de una institución administrativa, académica, a una sociedad mercantil o de un autónomo, esa línea se hallaría exenta de canon, pero la empresa de telecomunicaciones lo satisfaría por cada conexión a un domicilio particular. El precio de las líneas debería ser el mismo independientemente de su contratante: si la línea es de un Juzgado y su velocidad es de 3 Megas, su precio deberia ser idéntico al de un particular con igual tipo de conexión. Por supuesto, este nuevo régimen exigiría la supresión del canon actual, que no tiene ningún sentido. Se dejaría de criminalizar a los particulares y pagarían quienes verdaderamente se están lucrando con las descargas.

Ayer acabamos el juicio del caso Soto. Durante el mismo se ha evidenciado la existencia de un sector económicamente muy floreciente: el sector de los servicios «antipiratería». Este sector está compuesto por tres tipos de servicios:

  • Despachos de abogados vinculados a los lobbies de la industria del entretenimiento y, por tanto, interesados en que no se resuelva el actual conflicto social y, mucho menos, partidarios de un canon que convalide todas las copias realizadas por los particulares.
  • Software «antipiratería» utilizado tanto para monitorizar las redes como para sembrarlas de archivos «ruido».
  • Peritos «antipiratería» que en el caso Soto incluso se llegó a aportar una pericial firmada por un profesor de Derecho y con contenido sobre responsabilidad civil, lo que es verdaderamente insólito puesto que de Derecho saben los Tribunales.

Con un canon como el descrito, el caso Soto nunca hubiera existido. ¿Quién hubiera ganado? La sociedad y el desarrollo tecnológico. ¿Quién hubiera perdido? El sector de servicios «antipiratería» vinculado con las reformas legislativas precisamente a través de los lobbies. Criminalizar es un gran negocio. Nos estafaron los dos partidos políticos PSOE y PP cuando reformaron de común acuerdo la Ley de Propiedad Intelectual, lo que nos deja una pregunta pendiente: ¿Quiénes son los verdaderos piratas?

Fuente: Derecho de Internet
Bajo licencia Creative Commons

Enlace de interés: Noticias. La web de Maco048

Importante incremento en las sanciones por videovigilancia

En lo que llevamos de año 2009 han aumentado espectacularmente la cantidad de sanciones de la AEPD por videovigilancia, en consonancia con las declaraciones del director de la Agencia que ya avisó que asimismo habían aumentado de forma exponencial el número de denuncias sobre este asunto.

Esta información se ha visto reforzada con la presentación de la Memoria 2008 de la AEPD, donde se señala que las actuaciones previas de inspección en videovigilancia suponen el 15,5% del total de las realizadas, situándose en el tercer lugar de los sectores inspeccionados y las resoluciones de procedimientos sancionadores en este ámbito se han incrementado nada más y nada menos que en un 633,3%.

¿Será que la AEPD ha lanzado un equipo de inspectores a recorrer las calles de España en busca de cámaras no señalizadas? Pues no. Digámoslo claramente: la Agencia mantiene una actitud casi “pasiva”, son los ciudadanos los que están tomando las riendas.

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