Fragmentos de ADN encontrados en las ánforas griegas más antiguas, de alrededor de 2400 años, confirman que estas cerámicas no solo eran para el transporte de vino y aceitunas en el Mediterráneo. También pudieron contener, por ejemplo, jengibre y menta. Desde hace varios años, Brendan Foley, de Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) ha contratado a la genetista Maria Hansson de la Universidad de Lund (Suecia) para tratar de identificar el ADN que puede estar contenido en las […]
