Investigadores pidieron a 203 personas que observaran la información sobre 64 productos alimenticios distintos, presentada en una pantalla de ordenador. La información incluía la conocida etiqueta de datos nutricionales, una imagen y una lista de ingredientes, y una descripción del producto que incluía su precio y cantidad.
Se rastrearon los movimientos oculares de los participantes a medida que veían la información en las pantallas de las computadoras. Esto reveló que muchos participantes solo leen las primeras cinco líneas de la etiqueta de datos nutricionales, y reportaban ver mucho más de ciertos artículos en la etiqueta de lo que en realidad veían, según el estudio.
Mientras 33 por ciento afirmaron que siempre veían el contenido calórico, 31 por ciento dijeron lo mismo sobre la cantidad total de grasa, 20 por ciento sobre el contenido de grasa trans, 24 por ciento sobre el contenido de azúcar y 26 por ciento sobre el tamaño de la porción.
Sin embargo, apenas el nueve por ciento de los participantes en realidad vieron el dato calórico de casi todos los productos del estudio, y apenas un uno por ciento vieron el contenido total de grasa, grasa trans y azúcar, así como el tamaño de la porción.
El estudio también halló que los participantes vieron las etiquetas de datos nutricionales colocadas en el centro con mayor frecuencia y durante más tiempo, en comparación con las etiquetas colocadas a los lados derecho o izquierdo (periféricamente) en los artículos alimenticios. La mayoría de las etiquetas de datos nutricionales en los productos alimenticios vendidos en Estados Unidos se colocan periféricamente, anotaron los investigadores.
El estudio aparece en la edición de noviembre de la revista Journal of the American Dietetic Association.
Fuente imagen: Eroski