Tima con Herbalife

Toca Comer. Tima con Herbalife. Marisol Collazos Soto, Rafael Barzanallana

Este texto es de @KatieSony. Ha tenido una experiencia con Herbalife y…

Es la primera vez en mi vida que rechazo un trabajo. Y no porque no lo necesite. Lo he rechazado porque es totalmente contrario a mis principios.

La cosa empieza a ser turbia desde el anuncio en segundamano.es. En él dicen que se trata de una empresa en expansión de “salud, bienestar y belleza”. Hay un teléfono de contacto si te interesa la oferta. Les llamé y la chica que me atendió me indicó que era una multinacional americana. Me indicó fecha y hora, y me dio la dirección. Insistió muchísimo en la puntualidad y la importancia de vestir elegante “de traje y taconcito”.
Al entrar, lo primero que vi fue todas las paredes del local pintadas de verde Croma (el de grabar el telediario para poner el fondo que quieras) con el logotipo de Herbalife por todos lados. Una señorita me pidió mi nombre y el de la persona que me citó. Me explicó que la entrevista tendría dos partes: una en grupo y posteriormente otra personal. Acto seguido otra mujer me condujo a la sala donde tendría lugar la primera parte.
La sala en cuestión merece ser descrita con todos los detalles que soy capaz de recordar. Lo primero en lo que me fijé fue en las tres filas de sillas dispuestas frente a una tarima. Sillas cómodas, por lo menos, para la hora y media que tendría que estar sentada en ellas. Había más sillas al fondo, apiladas. A ambos lados de la tarima había banderas: por la derecha, la de Estados Unidos y por la izquierda, la española. Entre las banderas estaba desplegada una pantalla para proyector. A la izquierda de la tarima había un atril con el logotipo de Herbalife y un ordenador portátil conectado al proyector y los altavoces que tenía delante. A la izquierda del atril se veía una mesa con productos y material de la empresa. A la derecha de la tarima de levantaba un enorme tríptico publicitario con las imágenes de Cristiano Ronaldo, Lionel Messi y un equipo de baloncesto de Canarias, todos exhibiendo el logotipo. En la pared de la derecha había una estantería con productos (más) y sobre ella más fotografías de deportistas a los que patrocinan.
Al entrar en la sala, ya había un vídeo proyectándose en la pantalla. Hablaba de la compañía, especialmente de sus laboratorios en California. La voz en off decía cosas como “Tenemos un equipo  muy sofisticado para garantizar cosas como que si la etiqueta de un producto dice que tiene un 15% de vitamina C, tenga ese 15% hasta el final de su vida útil”. He visto esos equipos en mi Facultad y he hecho en prácticas algunas de las cosas que se muestran ahí. No me impresionan. Básicamente porque si no hicieran esas cosas y sus productos no tuvieran lo que figura etiquetado, serían un fraude. El vídeo mencionaba también el dinero que invirtieron el año pasado en sus laboratorios y que seleccionan y comprueban sus materias primas. Casualmente, cada dos o tres escenas había una escena de color verde. ¿Publicidad subliminal? ¿Qué es eso?
Después del publirreportaje empezaron a salir deportistas a los que la marca patrocina. Vino una chica trajeada a contarnos cómo iba a transcurrir la entrevista y a repartirnos papeles para rellenar con nuestros datos para la siguiente fase. Olvidaba decir que yo me presenté allí con mis tacones de las bodas, mis pantalones negros de ocasiones especiales y mi americana. Creo que esa chica era la única de la sala que compartía conmigo el concepto de “traje”. El resto del mundo iba medio arreglado, sin vaqueros ni deportivas, pero nada fuera de lo común.
Después de ver el vídeo de nuevo (por si la primera vez no te había manipulado suficiente), apareció un hombre de 43 años a ponernos un Power Point (este hombre iba trajeado, y todos los de la empresa también, ya no me sentía sola). La primera diapositiva era una gráfica de las ventas de Herbalife de los últimos años. Después, nos presentó un poco los productos con frases como “nuestros perfumes son libres de alergias” o “nuestros productos son sin químicos”. Señoras y señores, si alguien ha visto un perfume ir a consulta hinchado o rojo por una reacción alérgica, que venga y me lo diga, por favor. Lo mismo si alguien descubre que algo de lo que le rodea no tiene Química. Tengo curiosidad por ver si realmente este hombre estaba diciendo algo con sentido en ese momento.
Los productos de Herbalife son, fundamentalmente, dietéticos, aunque también tienen productos de belleza y una línea deportiva. Este señor nos comentó que “la gente se gasta más dinero en productos adelgazantes que en cosas básicas como champú” y pretendía que lo viésemos como algo lógico y normal. No, no me parece normal que quieras convencerme de que el sueño de mi vida es hacerme rica a costa de gente que necesitaría ir al endocrinólogo o nutricionista en lugar de a alguien a quien habéis impartido un cursillo cutre de una tarde.
Lo que vino después fue curioso, porque nos hizo un repaso de las personalidades que fundaron, apoyan o ayudan al desarrollo de la empresa. Entre ellas, un Premio Nobel (no sé si en Química o Medicina). Creo que si ese señor escuchara las burradas que decía el tipo que yo tenía delante, se le caería el alma a los pies.
Tras esto vino la chicha.  Una de las diapositivas presentaba la situación del mercado español. Más de seis millones de parados, empresas que te explotan, crisis… La cosa empezó desde ahí, pero fue subiendo de tono a medida que avanzaba la charla. Este señor se puso de ejemplo a sí mismo, que empezó en la compañía como imagen publicitaria de su hermano, que era el que vendía, mientras él consumía los productos para adelgazar. Que trabajaba de chófer y cobraba fijo todos los meses, independientemente del trabajo que hiciera. Y que estaba también haciendo Derecho por las tardes. Por lo visto, su hermano le animó a entrar a la empresa y él se fue enganchando por la cantidad de dinero que ganaba y terminó por dejar el trabajo de chófer y la carrera. Y que estaba contento y feliz, él, ahí (sin tener ni puñetera idea de lo que vendía, como había comprobado mientras presentaba los productos). Por cierto, ¿alguien ha visto manipulación?
Este señor pasó a explicar las formas de ingresar dinero trabajando con ellos (ventas, recomendaciones, etc) , a la vez que soltaba perlitas orientadas a desprestigiar la educación y el empleo tradicionales como las que siguen:
  • ·         “Tener educación formal no garantiza nada”
  • ·         “Tu elección profesional determina tus ingresos”
  • ·         “Si siempre sigues haciendo lo mismo, no podrás obtener nada mejor”
Que fuera de contexto todas estas frases tienen su sentido y su parte de razón, pero la charla entera era un mitin propagandístico para que tú te convencieras de que encontrar Herbalife había sido el descubrimiento de tu vida, y que lo que hubieras hecho antes era todo una mierda. Aparte, claro, del mensaje entre líneas de “el que no tiene ingresos es porque no le da la gana”.
Para rematar la faena, este hombre hizo pasar por la tarima a sus compañeros para que nos contasen por qué se habían metido ahí y cuánto cobraron el último mes. Esto resulta un poco paradójico, ya que, o esta gente lleva un registro muy muy riguroso de lo que gana, o es imposible, porque en Herbalife se cobra día a día. No estoy segura de que mis compañeros de sala se hubieran percatado de este detalle de incoherencia.
Para finalizar, el tipo nos contó que la Ley de Ordenación del Comercio Minorista exige que nos registremos como tales, y que paguemos a la empresa 63 € por el Pack Básico, para comenzar a vender, aunque él nos recomendaba el Pack Emprendedor, de unos 110 €. Para rematar la faena y convencernos nos regaló las últimas perlas:
  • ·         “Puede parecer una pérdida, pero sólo son 63 €, que no son 600”
  • ·         “El problema no es la falta de dinero, son las prioridades”.
Esto de las prioridades, recordemos, lo dice la persona que te anima a que vendas unos productos para adelgazar sin control médico ninguno a personas obsesionadas con su peso o con una verdadera enfermedad. Aparte del constante insulto a las personas que carecen de recursos suficientes y acuden ahí en busca de un empleo serio.
Pues gracias, majos, pero creo que entre que vuestros vendedores no tienen ni idea, que me estáis pidiendo dinero por trabajar para vosotros, que de Seguridad Social ni hablamos y que habéis echado mierda de principio a fin sobre la enseñanza universitaria y la gente que sufre situaciones dramáticas, os podéis meter la cantimplora a modo de enema.

Fuente: Así habló Cicerón

 

Related Posts with Thumbnails
You can leave a response, or trackback from your own site.

Leave a Reply

*

Powered by WordPress | Designed by: Free WP Themes. | Thanks to Best Free WordPress Themes, Find WordPress Themes Free and Free WP Themes