¿Quién no se ha encontrado nunca unos filamentos verdosos y blanquecinos apoderándose de nuestro pan? Lo observamos detenidamente y nos surge la duda ¿Lo tiro, o no lo tiro?.
La respuesta resumida sería la siguiente: Si no nos damos cuenta e ingerimos por error la zona del pan afectada, por consumirlo esa vez probablemente solo cause un simple malestar estomacal, pero sin efectos a largo plazo.
La cosa cambia cuando se ingieren en repetidas veces, lo cual ya se considera peligroso para la salud.
En el caso del pan, al ser un alimento poroso, los mohos tienden a extenderse más fácilmente, por lo que la superficie no es la única zona afectada, siendo lo mejor descartar su consumo.
Los mohos no solo causan el deterioro de los alimentos, sino que muchos de ellos producen una gran variedad de metabolitos secundarios denominadosmicotoxinas.
Como resumen final
Existen una gran variedad de mohos que pueden crecer en los alimentos, por lo que es casi imposible que una persona normal pueda distinguir entre los tipos inofensivos y los que pueden ser peligrosos para la salud, por lo que se aconseja evitar comer alimentos que presenten moho.En el caso del pan, como se dijo al principio, al tratarse de un alimento poroso lo mejor es descartar el producto, ya que no conocemos la envergadura de la colonización del moho. No ocurre nada si un día nos despistamos y damos un bocado a la zona afectada, pero debido a su carácter micotoxigénico, es recomendable que no vuelva a suceder.
Existen unas referencias del departamento de agricultura de los estados unidos pone a disposición de las personas una tabla en la que indica cuando desechar o cuando retirar el moho y consumir, la cual se puede consultar en el siguiente enlace: http://1.usa.gov/19Ps8I8