La Junta de Andalucía ha retirado 150000 litros de leche y ha reforzado los controles rutinarios que se hacen a los cereales de origen nacional e internacional, destinados a alimentación animal. La leche no ha llegado a consumo humano según ha asegurado la administración.
La leche contaminada ha sido producida a causa de la presencia de aflatoxinas, unas microtoxinas producidas por mohos en los cereales que han ingerido las vacas. Las explotaciones afectadas están en Sevilla, Granada y el Valle de los Pedroches, la administración ha asegurado que la leche perjudicada no se ha llegado a comercializar.
La Junta ha achacado la aparición de estas partículas a las condiciones climáticas de estos últimos meses, caracterizadas por las inusuales lluvias acompañadas de altas temperaturas y el almacenamiento de estas materias primas en condiciones de elevada humedad. Estas circunstancias, según la misma información, «pueden ocasionar la proliferación de mohos en algunas partidas de cereales».
La administración autonómica ha señalado que se han detectado las partidas de cereales contaminadas, las cuales se están retirando para su destrucción y para evitar que entren en la cadena alimentaria, por lo que «el riesgo de contaminación de las materias primas destinadas a alimentación animal está bajo control».
Hasta el momento, los controles rutinarios realizados por Agricultura han arrojado resultados favorables en la mayoría del pienso analizado, salvo en una quincena de ganaderos de la cooperativa láctea La Alcantarilla, de Belalcázar, con un centenar de productores en el Valle de los Pedroches y en Extremadura.
“No hay ningún riesgo para los consumidores porque Puleva [a quien suministran los ganaderos] tiene unos controles muy exhaustivos que detectan cualquier anomalía”, dice Antonio Vigara, presidente de esta cooperativa, que produce 140.000 kilos de leche al día. Vigara cuantifica en unos € 100.000 las pérdidas por la retirada de la leche con mohos y su transporte a una planta de Osuna (Sevilla) para su eliminación.