A iniciativa de la titular de la Consellería do Mar, Rosa Quintana, el Gobierno de Galicia parece decidido a introducir el uso de uniformes entre los miembros del gabinete que preside Alberto Núñez Feijóo (PP). Una vez más, la Galicia «xunteira» hace historia…
Con su decisión, la «conselleira» trata de poner fin a una agria polémica jurídico-laboral y, de paso, acallar las protestas de los miembros del Servicio de Guardacostas de Galicia, el cuerpo de policía administrativa que ha denunciado en reiteradas ocasiones que el cargo político responsable del servicio, Lino Sexto, se haya aficionado a utilizar placa y uniforme a pesar de no pertenecer a ninguna de las escalas del servicio de guardacostas.
Tras una profunda investigación científica, jurídica e histórica del episodio, la Xunta ha descubierto, ¡albricias!, que el señor Sexto estaba utilizando símbolos y vestimenta de forma ilegal.
Ante la nueva situación, la titular de la Consellería do Mar ha modificado la legislación autonómica y la normativa que regulan la estética y el uso del uniforme de los guardacostas y, de paso, ha aprovechado para imponer el criterio «cateto» de que el responsable político del servicio y ella misma puedan lucir el uniforme policial.
En buena lógica, los guardacostas opinan que la decisión de Quintana es «propia de regímenes totalitarios y bananeros» y han emplazado a sindicatos y partidos a que presionen en pro de la racionalidad.
Los guardacostas no lo dicen, pero lo digo yo: ¿qué tal si la Xunta costea la presencia de un psicólogo o de un psiquiatra en las reuniones que se celebran en el despacho de la titular de la Consellería do Mar?
Fuente: Im-Pulso
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Artículo sobre la realidad de como actúa el PP, de Lucas Leon Simon
Han pasado 27 meses, y más allá de la repugnancia ideológica que nos produce, más allá de la regresión política y del retroceso generalizado de libertades y calidad democrática que se está produciendo, el gobierno de Mariano Rajoy se caracteriza por una absoluta incapacidad, una verificable insolvencia y una torpeza en la gestión rayana en la completa ineptitud.
Los sucesos de Ceuta, un inadmisible e infrahumano crimen de estado, revelan hasta qué punto estamos administrados no sólo por retrógrados de la peor calaña sino por auténticos marmolillos. Se han unido un ministro medieval y un director de la Guardia Civil, franquista y mentiroso, hasta los tuétanos.
El hecho diferencial de este gobierno es lo que se equivoca, no es la anécdota, es la categoría; no es el sofisma es el resplandor. Decir que no se han disparado pelotas de goma, decir que se iba a querellar por insinuarlo y admitirlo en delirante rueda de prensa por el ministro, es todo uno.
La planificación, la coherencia, la verdad, brillan por su ausencia y el resultado son quince personas, tratadas peor que animales, muertas. Cualquier gobernante con un mínimo de decoro y decencia personal habría dimitido. Pero estos, numerarios del Opus, desnudan sus huesos, mondos y lirondos, de cualquier responsabilidad y se vuelven a su comunión diaria.
Mientras tanto, Jorge Moragas, jefe de gabinete del presidente, planifica un viaje a Turquía en el que presidente de un país soberano sirve de telonero y bufón de un acto electoral de un candidato que reúne todas las sospechas de corrupto y sátrapa del momento, y José Manuel Soria, ministro de no se sabe qué, se inventa un recibo de la luz esperpéntico, tan inútil como él mismo y que supone una nueva burla al consumidor.
Llevan adelante unas inusitadas prospecciones en busca de petróleo, nada menos que en Ibiza o Canarias y espantan a medio mundo de posibles visitantes, ponen a punto de rebelión hasta sus propios gobernantes y amagan con matar la gallina de los huevos de oro del turismo, a la par que diseñan una nueva ley del aborto, que nadie salvo la Conferencia Episcopal ha pedido, y que rechaza una mayoría social del país, incluida la propia vicepresidenta del Congreso.
El ministro Wert esconde su cobardía personal buscándose un arbitrario compromiso en el Reino Unido, concertado tres días antes de la gala anual de nuestro cine, y los “maquilladores” oficiales del partido diseñan un currículum falso de un líder andaluz, dedazo desnudo de una entelequia de democracia, que solo pretende ocultar el aparaterismo pesebrista donde se ha criado y alimentado.
Acostarse cada noche sabiendo que esta gente nos gobiernan es inquietante. A punto del insomnio completo. O si no oyendo a una alcaldesa de la ciudad más importante del país que confunde Andalucía con Asturias, un gobierno de dos con un tripartito y la velocidad con el tocino de un relaxing cup.
Y detrás están la Gurtel. Y Bárcenas. Y los 100.000 millones regalados a la Banca. Y el lobby de las eléctricas. Y los sobresueldos. Y el paro. Y el hambre. Y los desahucios. Y el sursum corda.
Desdichados. Ellos y nosotros.
Eleuterio Sánchez Rodríguez nació en 1942 en Salamanca, en el seno de una familia merchera, cuyo cabeza de familia estaba en prisión.
Fue encarcelado seis meses por el robo de dos gallinas por necesidad. Poco después, el cinco de marzo de 1965, se produjo un atraco a una joyería en la calle de Bravo Murillo de Madrid, en el cual murió el vigilante de seguridad del establecimiento, y fueron robadas 120 000 pesetas.
Sánchez fue acusado y sometido a un juicio, en el que se le declaró culpable. Se le condenó a pena capital, sentencia que fue conmutada a cadena perpetua. En 2009 Sánchez ha declarado que solicitará la «nulidad radical de aquel proceso».
En la prisión aprendió a leer y escribir, logrando aprobar algunas asignaturas de derecho en la UNED. Entre otros, es autor de un libro autobiográfico titulado Mañana seré libre
Quedó en libertad definitivamente el 20 de junio de 1981.
El 2 de marzo de 2006 ‘El Lute’ fue detenido por última vez por la Guardia Civil en la localidad onubense de Punta Umbría tras una denuncia de su esposa por malos tratos. La Audiencia Provincial de Sevilla confirmó definitivamente su absolución por violencia de género en diciembre de 2008, declarando los jueces falsa la denuncia interpuesta dos años antes.
El 3 de enero de 2009 El Lute volvió a salir a la palestra en varios medios de comunicación con la petición de que se declare «radicalmente nulo» el proceso judicial por el que fue condenado a muerte por haber sido un juicio sumarísimo, sin garantías para el procesado y con una ley franquista.
Fuente: Wikipedia
El Cuerpo de Carabineros de España fue un cuerpo armado español cuya misión era la vigilancia de costas y fronteras y represión del fraude y el contrabando, creado en 1829 e integrado en la Guardia Civil en 1940).
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