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Archivo mensual: agosto 2007

UGT denuncia que 17 ETT en Murcia desarrollan su actividad sin licencia

La Federación Agroalimentaria de UGT de Murcia denunció ayer que 17 empresas de trabajo temporal (ETT) de la Región desarrollan su actividad sin licencia. El sindicato recordó que en el último trimestre de 2006 la Dirección General de Trabajo retiró la licencia a estas empresas en diversas inspecciones «por graves irregularidades» en su actuación, ante lo que éstas presentaron un recurso contencioso-administrativo. Mientras se resuelve, estas ETT prosiguen su actividad. El secretario general de FTA-UGT de Murcia, Jesús Cámara, dijo que su sindicato «no entiende cómo empresas sin autorización ni licencia, por demostrados incumplimientos graves contra la legislación vigente, pueden seguir actuando con total impunidad». Cámara hizo estas declaraciones después de que cuatro empresarios de una ETT hayan sido detenidos por una presunta estafa a 300 inmigrantes irregulares, a los que no pagaron su trabajo.

El presidente la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal de la Región (ATTESUR), Cristóbal Jover, aseguró ayer que el sector «repudia» la actuación de esta empresa, y defendió la limpieza y transparencia en el sector. Aseguró que la patronal vigila que las empresas cumplan con los requisitos, y recordó que a 17 ETT les han retirado la licencia por incumplir esos criterios.

Fuente:LaVerdad.es

Europa, alarmada por la creciente ola de odio racial e intolerancia

En la Europa que quiere presentarse como modelo de los derechos humanos, en los últimos diez años ha crecido en forma alarmante la intolerancia contra las minorías. Homosexuales, musulmanes, judíos, inmigrantes, negros. El fenómeno es todavía más agudo en la Europa del Este, en los países ex comunistas, donde la virulencia produce con frecuencia inusitada ataques, destrucción, heridos y muertos. «La violencia por prejuicios raciales es un serio problema en Europa», afirmó Maureen Byrnes, directora de la organización norteamericana que estudia con método lo que está ocurriendo en Europa y Estados Unidos y que se llama «Derechos Humanos Primero» (DHP).

Human Rights First presentó un informe escalofriante que abarca doce años, desde 1984, cuando comenzó el monitoreo del crecimiento de la intolerancia, hasta el año pasado.

La discriminación y las violencias antisemitas, por ejemplo, han aumentado en 2006 hasta alcanzar el pico más alto en absoluto. En Rusia, Ucrania y otros países, pero también en Francia, donde las profanaciones de cementerios, las pintadas y los actos de intolerancia han crecido en un 6,6%. «El fenómeno es muy complejo», explica el rabino jefe de Roma, profesor Riccardo Di Segni. Las reacciones violentas se apoyan en una cultura bien radicada de prejuicios. El famoso padre Luigi Gelmini, fundador de los 238 centros del grupo Encuentro en 17 países, respondió a las acusaciones de haber cometido abusos sexuales afirmando que se trataba de infamias promovidas «por el lobby judeo-radical chic». Poco después se arrepintió afirmando que donde dijo «judíos», que en realidad amaba, quiso decir «masonería». Pero el daño estaba consumado.

El Papa ha reimplantado la misa tradicional en latín en su versión de 1962, aprobada por Juan XXIII, que ya no ataca a los «pérfidos judíos», pero que sigue incluyendo en sus invocaciones a «la conversión de los hebreos». Y hace dos semanas el Papa recibió en audiencia a las autoridades de la Radio María de Polonia, famosa por su propaganda antisemita y de ultraderecha xenófoba.

Persisten también las discriminaciones contra los millones de inmigrantes musulmanes, por fortuna con una atenuación de las intolerancias respecto al nivel de 2005, cuando los atentados terroristas en los medios de transporte causaron en Londres medio centenar de muertos. Pero un análisis demoscópico realizado para el diario Financial Times indicó que el 38% de los británicos tienen aún una gran desconfianza de los musulmanes.

En Italia, uno de cada tres ciudadanos estima que la gente islámica representa «una amenaza para la seguridad nacional» El porcentaje baja al 21% en Francia y Estados Unidos. En Gran Bretaña, un 52% espera «un gran atentado terrorista» de matriz islámica antes de fin de año, lo que echa leña al fuego del prejuicio y la desconfianza. La mayoría estima que los musulmanes tienen «demasiado poder» en el país. Los italianos están detrás, aunque no se hayan producido en Italia hechos terroristas de magnitud.

La Liga Norte de Umberto Bossi aliada de la centroderecha del ex primer ministro Silvio Berlusconi, xenófoba y partidaria durante mucho tiempo de la «liberación» de las prósperas regiones septentrionales italianas con la creación de otro Estado, acumula todos los días odiosas posiciones racistas. Sus partidarios han «marcado» en varias ciudades con orina de cerdo los terrenos donde la comunidad musulmana quería construir mezquitas. Existe un personaje singular y tremendo de la Liga Norte que es el jefe municipal de Treviso, la ciudad de la riquísima familia Benetton. Se llama Giancarlo Gentilini. En varias oportunidades quitó los bancos públicos donde se sentaban los inmigrantes, puso puntas de metal en las paredes de las calles donde negros, árabes y asiáticos que se reúnen a charlar.

Estas barbaridades producen críticas y sonrisas, pero casi nada más, inoculando el veneno cultural que alimenta prejuicios y reacciones violentas.

La violencia contra los gays es creciente en los países del Este europeo, aunque también sea inquietante la situación en la rica Europa Occidental. El obispo de Frascati, ciudad cercana a Roma y el Vaticano, dijo hace unos días que «los homosexuales no son cristianos». En Rusia una mayor presencia de los homosexuales ha llevado a un incremento de la retórica homofóbica, que muchas veces se apoya en la difusión de carteles y logos de matriz nazi, seguida de una violencia cada vez más dura. La persecución contra los inmigrantes y minorías son moneda común en la Europa del Este. En Rusia fue difundida hace poco por Internet la ejecución de dos extranjeros del Tadjikistán por parte de un grupo de ultraderecha, en nombre de la «pureza rusa».

El informe de DHP destaca que pocos países se han comprometido a monitorear sistemáticamente los casos de «crímenes de odio». Francia, Alemania y Gran Bretaña lo están haciendo. Los demás, según la organización, demuestran hostilidad y «reflejan la indiferencia de muchos gobiernos». El informe dice que los instrumentos están en manos de los gobiernos y propone que «pongan la prioridad política en la lucha contra el odio criminal y contra los atentados racistas».

Fuente Clarin.com

Los videojuegos violentos pueden volver agresivos a los niños

Un estudio de la Universidad de la Sabana revela que los videojuegos violentos influyen enormemente en la manera como los niños solucionan sus conflictos en la vida real.

Claudia Vacca, autora de la investigación, aseguró que los niños creen que en la vida real pueden usar las mismas herramientas para alcanzar sus objetivos que en los juegos violentos.

«En los juegos encontramos el uso del poder de una forma atemorizante, violencia e incluso el maltrato a las mujeres, como objetivos principales del juego.» aseguró la doctora Vacca.

Encuestas aplicadas a niños de colegio durante la investigación, evidenciaron que cerca del 83 por ciento de los niños son usuarios regulares de los videojuegos, y mucha de la oferta en el mercado es violenta.

«Algunos muchachos gastan más de 12 horas semanales frente a los videojuegos. No se trata de estigmatizarlos, pero es necesario que los padres sean más críticos con los contenidos que consumen los niños.» afirmó la investigadora.

Las encuestas permitieron determinar que cada vez son más los niños que tienen las consolas en su casa o que juegan donde los familiares. De igual forma se detectó que hubo un incremento en el número de lugares que ofrecen este tipo de servicios.

Fuente: Caracol Radio

Dos de cada diez mujeres maltratadas en Murcia no impulsan la condena de su agresor

Por amor, pena, falta de confianza, ignorancia o simplemente por miedo. Las causas que lo explican son aún un vacío e inexplicable interrogante. No obstante, lo cierto es que en la Región casi dos de cada diez mujeres que sufrieron algún tipo de violencia de género, en el primer trimestre de este año, no pusieron ningún medio para que la justicia pudiera apresar las manos de su maltratador.

De ese porcentaje existe una cifra aun más alarmante, cercana al 8,7% de féminas, que incluso renunciaron al proceso de enjuiciamiento de su agresor cuando éste ya marchaba viento en popa. Un total de 89 mujeres, residentes en la Región, creyeron que lo más conveniente para su vida, o la de los suyos, era reclamar al juez que no actuase y que archivara el asunto. Las causas que justifican esta decisión, que a menudo acaba pasando factura a las víctimas, se alojan en un espacio muy íntimo, dentro de la realidad de cada una de estas mujeres.

Pese a estas situaciones concretas, 1.021 denuncias fueron recibidas en los juzgados murcianos tan sólo en los seis primeros meses del 2.007. La mayoría de ellas (77%) habían sido presentadas por las propias afectadas en la comisaría de Policía. Aún así, algo más de una cincuentena de casos tuvieron que saltar a la luz por intervención directa de la Policía o la Guardia Civil. Otros tantos procesos de maltratos (59) se iniciaron tras la redacción de un parte de lesiones por el personal de los centros hospitalarios. Resulta curioso el hecho de en esos tres meses ninguna denuncia partió de familiares de la agredida.

El enemigo en casa

Compartir una vida en común con el maltratador es uno de los aspectos más peligrosos para las féminas. Esta circunstancia aumenta el riesgo de ser objeto de su violencia. Y es que las principales afectadas por la ira de un maltratador son, precisamente, sus propias parejas, ya sean novias o esposas.

Las cifras son realmente significativas. Un 70,94% de las mujeres que sufrieron malos tratos en el primer semestre de este año, mantenían una relación afectiva con el varón que les infligía tal daño. Se trata de una cifra muy llamativa si se tiene en cuenta que una vez que desaparecen los lazos de unión el porcentaje disminuye hasta el 29,05%.

Estadísticas, cifras y porcentajes que tratan de darle algún sentido a todo este caos, como el que intenta ponerle puertas al campo.

Fuente: La Verdad

Alrededor de 50 mil colombianas se prostituyen en el exterior

El vicefiscal general de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, dijo que la situación del tráfico de personas es tan grave, que esta actividad es el tercer acto delictivo después del narcotráfico.

Dijo que se hace necesario trabajar articuladamente para bajar el índice vergonzoso de cerca de 50 mil mujeres que son reclutadas y que en la actualidad, ejercen la prostitución en Europa y Oriente.

Explicó que también se han detectado casos de tráfico de menores y hombres adultos que caen en las redes dedicadas al engaño de personas que ofrecen trabajo y terminan en labores denigrantes como la esclavitud o la prostitución.

Señaló que ante este panorama, la situación requiere de un tratamiento urgente de parte de las autoridades judiciales como gubernamentales.

Dentro de las investigaciones la Fiscaí­a ha encontrado que la gran mayoría de personas son reclutadas en zonas de conflicto y pobreza y son enviadas casi todas a Tailandia.

Los organismos de control conformaron una red de información sobre el delito de trata de personas con el fin de compartir y conocer datos sobre el tema y las investigaciones que se adelantan.

Por su parte, el vice procurador general de la nación, Carlos Arturo Gómez Pavajeau, dijo que se hace necesario que dentro del proyecto de ley para fortalecer el programa a víctimas y testigos, se dedique un capítulo a las personas lesionadas con el delito de tráfico de personas.

Fuente: Caracol.com.co

Ahora se produce la trata de personas dentro de Colombia

Como si no fuera suficiente el drama que genera la explotación sexual a que son sometidas las mujeres colombianas en el exterior, ahora las redes de trata de personas engañan y obtienen dinero a través de la prostitución de mujeres dentro del mismo pí­s. De acuerdo con Marcelo Pisani, jefe de la misión de la Organización Internacional para las Migraciones en nuestro país, cerca de 80 mujeres fueron llevadas al departamento del Putumayo con falsas promesas y terminaron ejerciendo la prostitución. «Una vez las tenían allí, les confiscaban sus documentos de identidad», denunció el vocero de la OIM.

Las ív­ctimas de este delito provienen de regiones como el Eje Cafetero, Tolima, valle del Cauca y Antioquia.

Estas redes están utilizando «ganchos» como empleos para cuidar niños, adultos mayores e incluso les ofrecen matrimonio con hombres adinerados en el exterior.

«En Internet funcionan cerca de 50 mil páginas de Internet dedicadas a la trata de personas. Pero también publican estas falsas promesas en los periódicos de alta circulación», aseguró el coordinado del programa Antitrata de Personas de Naciones Unidas, Sergio Restrepo.

Fuente: Caracol.com.co

Crece modalidad de chantaje sexual en Colombia

El promedio anual de detenciones por usar la intimidad con alguien para obtener dinero es de 12. Este delito se detectó hace tres años.

Desde entonces, los agentes del Gaula, que tradicionalmente se dedican a ‘cazar’ miembros de grupos armados que hacen exigencias a comerciantes y profesionales, persiguen a delincuentes que utilizan videos, fotos y hasta fluidos corporales para chantajear a sus parejas ocasionales.La tecnología es cómpliceLa tecnología es una de las razones por las que ha crecido este delito. Actualmente, gracias a los celulares y las cámaras digitales, se toman fotos y se graban videos de manera sencilla y sin ser descubiertos, dice el coronel Humberto Guatibonza, director del Gaula de la Policía. Según el oficial, ahora también es más fácil que la gente tenga relaciones sexuales con personas que acaba de conocer. «Ya no hay que pensar solamente en el peligro de una enfermedad, sino también en el de una extorsión», advierte.Por lo general, las víctimas son casadas o gays que esconden su condición. «La gente cae inocentemente. Hay homosexuales que nunca han salido del clóset -cuenta Guatibonza- y caen en un bar».Las autoridades han detectado que los extorsionistas piden inicialmente una suma pequeña, que oscila entre 700 mil y un millón de pesos, para que se pueda pagar con cierta facilidad. «Pero la comunidad debe tener en cuenta que si paga una primera extorsión va a haber una segunda y una tercera. Siempre es así, porque entonces el delincuente sabe que puede lograr sus objetivos. Al final nunca entregan el video o las fotos originales», afirma el Director del Gaula de la Policía.De acuerdo con las cifras que esta institución maneja, las denuncias por extorsión sexual han venido aumentando, a pesar de que las víctimas temen exponer su caso, con el consecuente subregistro. Pero ante las insistentes solicitudes de pago, los afectados han optado por recurrir a las autoridades. «La gente ya pasa por la vergüenza de que conozcamos sus casos. Nosotros somos discretos, no revelamos ninguna identidad -asegura el uniformado-. Los únicos que conocen sus casos son los fiscales. Lo importante es hacerle conocer a la gente que una persona que pagó una extorsión va a seguir pagando. La idea es que denuncien los casos porque así podemos sacar de circulación a esas personas y ayudar a que en el futuro no haya más crímenes de esta clase». Aunque la ley establece diferencias por cuantías para castigar la extorsión, explica el coronel Guatibonza, para su grupo es igual un chantaje de un grupo ilegal por mil millones de pesos a uno de 100 mil de la delincuencia común: «Atendemos todos los casos, así sea un monto pequeño, pues lo que está de por medio es la honra de las personas».Entre las 35 capturas que se han hecho en los últimos tres años por esta nueva modalidad delictiva, las autoridades han detectado que por lo general los criminales trabajan solos o con un cómplice que se encarga de hacer las fotos o el video. «Generalmente no son bandas, sino sujetos que aprovechan una oportunidad. Al fin y al cabo, no se requiere de mucha gente para hacerlo. Usualmente se trata de una persona que se aprovecha de su aspecto físico, ya sea una mujer o un hombre, y por ahí se empieza», revela el Director del Gaula de la Policía.

«Por lo general no son bandas, sino sujetos que aprovechan su aspecto físico y una oportunidad. Por ahí se empieza (a extorsionar)».Coronel Humberto Guatibonza, director del Gaula Policía.El desengaño del chantaje «Este tipo de extorsión, por el modus operandi, es muy sutil pero de mucha afectación emocional. Los extorsionistas saben cómo trabajar y someter a sus víctimas», dice Érika Rey, sicóloga del Gaula. Ella explica que es más doloroso confiarle la sexualidad a otra persona, permitirle que tome fotografías y después ser traicionado que una extorsión típica. Las personas suelen ocultar la situación, cuenta la experta, porque no tienen a quién contarle lo que les está pasando, lo cual no es socialmente aceptable, como sí lo es una extorsión de otro tipo.Las víctimas incluso pueden somatizar la situación y padecer problemas físicos, advierte.

LUIS ALBERTO MIÑO RUEDASUBEDITOR DE REPORTAJES

Fuente: ElTiempo.com

A explotación sexual son sometidos unos 35000 niños en Colombia

Esa es la proyección de un estudio realizado en once ciudades del país, en el que se conocieron las historias de 2.117 menores, muchos de los cuales tenían entre 9 y 12 años de edad.

Entre las nuevas dinámicas de este delito están el consumismo, el desarrollo de las tecnologías y la falta de educación sexual de los menores.

La investigación, denominada ‘Escenarios de la infamia. Explotación sexual de niños, niñas y adolescentes’, se desarrolló en Arjona, Malagana, Sabanagrande, Soledad, Malambo, Montería, Sincelejo, Quibdó, Medellín, Cali y Cúcuta.

En esos sitios, los niños también son víctimas de desplazamiento, violencia, conflicto armado y pobreza, un terreno abonado para el crecimiento de la problemática. Eso han encontrado las tres instituciones que financiaron el estudio (las fundaciones Plan, Antonio Restrepo Barco y Renacer) y que trabajan por el bienestar de las comunidades y hacen propuestas para hallar soluciones efectivas.

Precisamente, con el estudio quedó en evidencia que estos factores favorecen la ocurrencia de la explotación sexual comercial de los niños. Y el papel preponderante de los grupos al margen de la ley en el delito es uno de los elementos que más preocupó a las instituciones.

«Existen dinámicas nuevas para explotar a los niños. Cada vez son más pequeños y hay más violencia en sus historias», explica Stella Cárdenas, directora de la fundación Renacer y coordinadora de la investigación que duró año y medio, y cuyos resultados son compartidos por el Icbf.

Los delincuentes «manejan las redes y actúan como clientes -cuenta Carolina Borda, quien participó en la investigación-. En Medellín, por ejemplo, les piden plata para dejarlos estar en un sitio. Los niños hombres están en una parte, y en otra, las niñas. Los que no pagan deben tener relaciones con ellos o, de lo contrario, los amenazan».

Las poblaciones que han sufrido el desplazamiento son las más vulnerables y, entre ellas, indígenas y afrodescendientes.

«En Montería, Sincelejo y Quibdó se aprovechan de la inocencia de las niñas indígenas desplazadas -dice Cárdenas-. Muchos proxenetas pagan la dote para casarse con ellas, las llevan a otros sitios donde las prostituyen y después las devuelven diciendo que no sirvieron como esposas. Esas niñas son rechazadas por la comunidad. Los indígenas no denuncian porque no conocen nuestras leyes».

Principales hallazgos

Por las condiciones de pobreza los niños acuden al rebusque de comida y dinero o a la venta de productos en plazas de mercado, calles y carnicerías que es aprovechado por proxenetas y pedófilos.

Se encontraron casos de pequeños que a cambio de vender la mercancía con que ayudan al sustento de sus casas, se dejan tocar o tienen relaciones sexuales con adultos.

Taxistas, peluqueros, soldados, turistas, miembros de los grupos ilegales, camioneros y vendedores de plazas son los principales abusadores.

Exceptuando Malagana (Bolívar), en las ciudades analizadas se encontraron niños víctimas de la explotación sexual asociada al desplazamiento.

Pero en esta población son frecuentes los matrimonios serviles: menores son entregadas para las labores domésticas y sexuales a cambio de un pago mensual para sus familias. También se encontraron casos de niños que les compran las onces a sus compañeras para tener sexo con ellas.

En Medellín, Cali y Cúcuta la pornografía infantil es más fuerte. Los pedófilos pueden conseguir, entre los que venden películas piratas, DVD por 3 mil pesos o hacer su propio DVD en un café internet por 30 mil pesos.

La explotación de niños hombres que no tienen clara su sexualidad es constante. Hay pequeños de 10, 11 y 12 años vestidos como mujeres, incluso que han sido inyectados con hormonas.

Fuente: ElTiempo.com

Cuatro de cada cien ancianos en el mundo son ví­ctimas de los malos tratos

Las agresiones hacia las personas mayores son más frecuentes en el seno familiar, lo que hace que estas situaciones no se denuncien El miedo, la agitación y la falta de comunicación pueden alertar de este fenómeno

Entre cuatro y cinco de cada cien personas mayores en el mundo son víctimas de los malos tratos. La violencia procede, en la mayoría de los casos, de personas a las que quieren y en las que confían, por lo que estas situaciones tienden a permanecer solapadas porque no se denuncian. En ocasiones, el maltrato es también institucional, lo que provoca una gran indefensión en la persona que lo padece.

Que el maltrato a las personas mayores sea considerado como un problema social es el objetivo de la guía recientemente editada por la Fundación Viure i Conviure, en colaboración con la Cruz Roja. La publicación pretende prevenir y dotar de las herramientas necesarias para actuar contra los malos tratos en la tercera edad.

La guía, elaborada por dos médicos, una psicóloga, una trabajadora social y un abogado, explica las circunstancias que conducen a este fenómeno y los diferentes tipos de maltrato que existen y entre los que también se incluye la negligencia por no cubrir las necesidades básicas de la persona mayor ya sea intencionadamente o no. Además, define el maltrato físico, el psicológico, el económico y el abuso sexual.

Lo complicado es que los mayores tienen mucho temor a denunciar. Lo que más les cuesta es hablar sobre el abuso financiero, porque, en general, quien les roba es alguien querido y les da vergüenza, lo quieren proteger. Además, los ancianos suelen tener la autoestima muy baja y sienten que es normal que les pase eso.

Los autores de esta guía explican que los abusos se pueden dar en el ámbito doméstico, en el institucional o en el social y destacan la importancia de que las personas mayores sepan que disponen de recursos para protegerse y prevenir estos abusos.

Señales de alarma

Moratones, fracturas, quemaduras, dolor al ser tocado, heridas, desprendimiento de la retina, ausencia de pelo o sangre en el cuero cabelludo, entre otros factores alertan de que el mayor pueda estar sufriendo maltrato físico.

Además, existen una serie de conductas menos evidentes que hacen sospechar, por ejemplo los cambios repentinos de conducta, el miedo inexplicable, la ansiedad, la depresión, la impotencia, la indecisión para hablar abiertamente, ser poco comunicativo, la falta de contacto visual y la agitación permanente. Todos ellos son indicadores del maltrato, que también puede ser psicológico.

Los patrones irregulares de gastos o retiradas de dinero injustificadas, los cambios repentinos en el testamento, la falta de utensilios de higiene personal, la inclusión de nombres adicionales en las cartillas bancarias y la inclusión en cheques y documentos, son algunas de las señales del abuso económico.

Fuente: LaVerdad.es

Documentados, cientos de casos de violaciones en Darfur durante 2004

Cuando los observadores de Amnistía Internacional visitaron Darfur, en 2004, quedaron consternados por el número de víctimas de violación que encontraron. Mujeres y niñas son violadas cuando recogen leña fuera de los campos de refugiados. Muchas han sido objeto de violación tumultuaria frente a su familia cuando los milicianos del Janjaweed queman sus hogares.

Cientos de casos de violación, inclusive de niñas de siete o nueve años de edad, fueron documentados por trabajadores de derechos humanos en el punto más alto de la limpieza étnica en Darfur, en 2004.

Permitir que las víctimas de esos crímenes organizados den a luz equivale, según especialistas, a ser cómplice de genocidio. Porque la conclusión más horrible de la violación como arma de guerra es que puede cambiar la composición étnica de una nación. En el caso de Darfur podría significar la constante arabización de la próxima generación.

En 2005 unos 100 países tomaron una decisión sin precedente al acordar que se incluyera la violación entre los crímenes de lesa humanidad que pueden ser juzgados por la Corte Penal Internacional.

Los estatutos de la corte mencionan «la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, la esterilización forzada o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad equivalente» como crímenes de lesa humanidad, cuando se usan como parte de «un ataque extendido y sistemático» contra la población civil.

Este domingo el tribunal acusó al ex ministro sudanés del Interior, Ahmad Harun, y a Ali Kushayb de complicidad en la comisión de crímenes de guerra, entre ellos violación en masa contra la población civil de Darfur.

Según Luis Moreno-Ocampo, fiscal de la CPI, Ali Kushayb -conocido como «coronel de coroneles» en Darfur occidental- victimó a la población civil «mediante la violación en masa y otros delitos sexuales». Se citó una declaración de Harun según la cual, «como los hijos de los fur se habían vuelto rebeldes, todos los fur y sus posesiones fueron parte del botín» del Janjaweed.

En mayo pasado la corte giró órdenes de aprehensión contra esos dos hombres. Sin embargo, aunque se dice que Kushayb está bajo custodia en Sudán, las autoridades de ese país se han negado a entregarlos a él y a Harun para ser juzgados. La laguna legal en el caso de Sudán, que el gobierno ha explotado al máximo al asegurar que su propio proceso judicial está en marcha, es que la CPI sólo puede actuar cuando un estado es renuente o incapaz de juzgar crímenes en sus tribunales nacionales.

En la época actual las naciones africanas tienen el notorio historial de ser las que con mayor frecuencia recurren a la violación como arma, si bien existen casos documentados en estados que van desde Camboya hasta Bosnia.

Se ha visto uso sistemático de la violación en Liberia y Sierra Leona, la República Democrática del Congo y Somalia. Pero la mayor incidencia se reportó en Ruanda, donde según el Banco Mundial y Unifem por lo menos 250 mil mujeres, y tal vez hasta medio millón, fueron sujetas a violación sistemática durante el genocidio de 1994 entre la minoría étnica tutsi.

La CPI también conoce de casos contra otros tres países africanos: la República Democrática del Congo, Uganda y la República Centroafricana. Entre los cargos contra los líderes del Ejército de Resistencia del Señor figuran la esclavitud sexual y la violación de niñas ugandeses. En la República Centroafricana, durante un conflicto entre el gobierno y grupos rebeldes en 2002-2003, el fiscal concluyó en mayo pasado que «la información de la que disponemos ahora sugiere que se cometieron violaciones de civiles en números que no pueden ser pasados por alto por el derecho internacional».

Traducción: Jorge Anaya

La letra con sangre mata

«El maltrato (infantil) es la principal causa para huir de casa», afirma una gran investigación del Instituto de Bienestar Familiar y de la Unión Europea, realizada en las principales capitales del país y divulgada el viernes en la primera página de los periódicos.

A esa afirmación le agregaría otra conclusión aterradora: el maltrato infantil es el primer combustible de la guerra en Colombia y es la razón principal por la cual los niños de nuestros campos dejan sus casas para ingresar a la guerrilla.

Así como, según el mencionado estudio, el 18,1% de los niños que viven en las calles de nuestras ciudades dejaron sus hogares para huir del maltrato de sus padres, madres y padrastros, tengo la certeza de que la inmensa mayoría de los adolescentes de nuestros pueblos y veredas que hoy componen la guerrilla colombiana también llegaron a ella porque buscaron salir del infierno que les significaba vivir al lado de sus familias.

Esa fue la conclusión a la que llegué cuando hice la investigación que me sirvió de base para escribir mi novela Amor Enemigo. Entonces, realicé cerca de 30 entrevistas a adolescentes desmovilizados de la guerrilla y, de todos, no hubo uno que dijera que ingresó a las filas de la subversión por un motivo distinto.

El descubrimiento me aterró tanto que le pedí una cita al comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, y le hablé del tema. «Usted, como psiquiatra que es, debe ser consciente de esa situación», recuerdo que le dije. El doctor Restrepo lo era. Sin embargo, su función, más que evitar la guerra, era lograr la paz.

El maltrato infantil es el principal problema de Colombia. Mientras él exista en nuestros campos, continuará la guerra con cualquier rostro. Sin embargo, es muy angustioso ver que los gobiernos no creen que ello sea así. Consideran el asunto como un tema más bien señorero, y no le dan al Instituto de Bienestar Familiar la importancia que tiene y el apoyo que necesita. Por eso no se vuelca la mayor parte de los recursos del Estado, como debería ocurrir, a evitar la guerra, a eliminar su combustible y a hacer que los mensajes y las prácticas de buen trato a nuestros niños lleguen efectivamente a los padres, madres y maestros que habitan en los rincones más alejados del territorio nacional, donde los grupos armados son los amos y donde los niños ven pasar a los uniformados, que son nada menos que sus parientes o sus antiguos compañeros y vecinos. Entonces se les acercan y les ruegan que se los lleven al monte con ellos, empujados por la ilusión de ponerle fin al maltrato que sufren en su casa, sin darse cuenta que con esa decisión perpetúan su cadena de dolor.

Para ilustrar lo que digo les cuento, por ejemplo, la historia de Leonardo, un niño de Suaza (Huila) que trabajaba en el campo con su padre, quien acostumbraba pegarle para ‘educarlo’. “La letra con sangre entra”, le decía. Un día, cuando Leonardo tenía 13 años, su papá le pidió que cuidara unos pescados que servirían de premio a los ganadores de una pelea de gallos que habría en el pueblo. Él se distrajo y el perro se comió los pescados. Entonces, fue tal el miedo que sintió por la golpiza que le daría su padre, que salió corriendo, se detuvo en un lugar por donde él sabía que acostumbraba pasar la guerrilla y esperó hasta que aparecieron los guerrilleros. Uno de ellos era su primo. Leonardo le rogó que se lo llevara con él. Entonces aprendió a matar… Luego huyó de la guerrilla y llegó a los hogares de reinserción. Se volvió a fugar. Después supe que había ingresado a los paramilitares… El maltrato de su padre, en lugar de educarlo, lo había vuelto asesino.

Fuente: El País (Colombia)

El círculo vicioso del dopaje

Suele empezar como una simple treta para ganar una competición, pero la historia ha demostrado que casi siempre termina en el hospital, en los juzgados o en el infierno de la opinión pública. En los últimos tiempos, incluso, parece que se ha convertido en algo consustancial al deporte de élite, donde la diferencia entre ser primero y el segundo es abismal, aunque la diferencia de méritos sea de unos pocos segundos, como en el último Tour de Francia. El dopaje es un círculo vicioso de contradicciones -en el que se mezclan trampa, delito, enfermedad y pecado- que atrapa a grandes deportistas y que ha provocado una crisis institucional en un deporte tan popular como el ciclismo.

El de las dos ruedas es el deporte donde la sombra de la duda planea con más frecuencia, aunque los ciclistas se defienden diciendo que a ellos simplemente les hacen más controles que a otros deportistas. Los datos les desmienten. En 2006 se hicieron 19.781 controles a atletas, de los cuales 315 dieron positivo, o como se dice formalmente, presentaron ‘hallazgos analíticos adversos’. En ciclismo se hicieron 14.229, pero los positivos fueron 594.

Los positivos no implican sanción, ya que pueden estar justificados por enfermedad, pero Pedro Manonelles, secretario general de la Federación Española de Medicina del Deporte, considera que son un indicativo de que, en efecto, los ciclistas se dopan más. ‘En otros deportes, como el fútbol, el físico cuenta menos. Un delantero puede tirarse un partido sin hacer nada y meter un gol gracias a su técnica’, explica.

Cada deporte propicia un tipo de dopaje distinto. En el billar, los tranquilizantes, ‘aunque algunos se equivocan y toman estimulantes’, bromean los expertos. En el ciclismo predominan las técnicas que aumentan la disponibilidad de oxígeno, como la hormona eritropoyetina (EPO), que puede provocar hipertensión o un accidente tromboembólico, y las transfusiones sanguíneas, que tienen riesgo incluso cuando la sangre es de la propia persona.

La sanción por doparse es la misma para todos los deportes y para todas las sustancias, con la excepción de los estimulantes, cuya penalización es menor. El doping se castiga con dos años de inhabilitación la primera vez y de por vida la segunda.

Las razones para prohibir una sustancia que da la Agencia Mundial Antidopaje son dos: que sea perjudicial para la salud o que permita competir con ventaja, o ambas. Pero hay una tercera razón, según Manonelles, ‘más discutible’, que vaya contra el espíritu del deporte. En este epígrafe se incluyen sustancias como el cannabis, que no mejora el rendimiento, o los corticoides, que salvo en grandes cantidades no tienen prácticamente ningún efecto.

Aunque están muy relacionados, el médico insiste en separar la trampa del daño a la salud, y lamenta que se mezcle dopaje y drogadicción. ‘Muy pocos deportistas acaban siendo adictos, no más que en otros gremios. La adicción es incompatible con el rendimiento’, señala.

La ley española, por su parte, ha optado por no mezclar dopaje y salud. ‘Fuimos muy críticos con el borrador, que preveía incluso confiscar nuestros botiquines, en los que solemos llevar sustancias susceptibles de considerarse dopantes, pero el resultado final es muy positivo’, dice Manonelles. Llegados a este punto, un reglamento regulará la cantidad y el tipo de medicamentos que pueden acompañar a los médicos deportivos.

La ley nació inspirada por la francesa y la italiana, pero es menos policial, en opinión de Manuel Martín Domínguez, especialista en Derecho del Deporte de Gómez Acebo & Pombo. Además, ‘no recoge el consumo de sustancias dopantes como delito, a imagen de la legislación sobre drogas’, explica. ‘El tráfico y el fomento del consumo, sí’.

El solapamiento entre la justicia civil y penal y la deportiva puede producir situaciones indeseadas. ‘Cuando hay indicio de delito la justicia deportiva se interrumpe, y dada la lentitud de la penal, puede salir barato delinquir’, señala Martín Domínguez. Otro motivo de conflicto son las contradicciones entre las legislaciones deportivas nacionales e internacionales, y los códigos éticos internos, como los que han proliferado últimamente en el ciclismo, que obligan a los equipos a suspender o expulsar a sus corredores a la mínima sospecha de dopaje, como hizo hace un par de semanas el Rabobank con Michael Rasmussen, cuando era maillot amarillo del Tour. ‘Está por ver si tienen encaje en las leyes laborales de cada país. Hay impugnaciones al respecto’, añade el jurista.

La persecución es implacable. La Agencia Mundial Antidopaje recomienda hacer controles específicos a los deportistas sospechosos, en lugar de los tradicionales sorteos. Pero a nadie le interesa que haya demasiados escándalos; el propio Comité Olímpico Internacional consiguió que el Gobierno italiano dejara en sus manos la aplicación de la Ley Antidopaje durante los Juegos de Invierno de Turín 2006. No querían policías en la Villa Olímpica.

Fuente: 5Dias.es

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