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La web de Maco048. Criminología
Las mentes simples casi siempre yerran en sus juicios
Un disparo a la verdad acerca de la violencia armada en EE.UU.
La mejor forma de prevenir la delincuencia relacionada con las armas nunca ha sido investigada adecuadamente en EE.UU. Es hora de la evidencia científica para triunfar sobre la ideología
El amor o el odio, no hay que negar que en EE.UU. la National Rifle Association (NRA) ha sido increíblemente exitosa en los esfuerzos para combatir el control de las armas. En la década de 1990, se llegó incluso a cerrar gran parte de la investigación del gobierno de EE.UU. sobre la violencia armada como un problema de salud pública – increíble que aún sigue en pie.
Esta es la razón de la instrucción del presidente Obama a los Centers for Disease Control and Prevention de iniciar una investigación sobre la violencia armada siendo necesaria una significativa reducción (ver «Obama to scientists: Tell us how to calm gun violence«).
Este es sólo el primer paso. La decisión si se va a financiar la investigación será del Congreso, donde el poder de la NRA todavía se mantiene fuerte.
Si la NRA tiene éxito en el bloqueo del intento de acercar este problema sobre las armas en Estados Unidos, será otro ejemplo del poder desmoralizador del dinero frente a la política basada en la evidencia.
NRA se presenta como un grupo de derechos civiles dedicado a la defensa y apoyo de la Segunda Enmienda de la Constitución de los EE.UU. «Poseer y portar armas» es el derecho que el lobby de las armas interpreta como derecho inalienable del individuo a poseer armas.
A pesar de que la NRA fue fundada en esta plataforma, es significativo reconocer que tiene vínculos estrechos con la industria de armas de fuego, que la abastece con millones de dólares en financiación.
Visto desde esta perspectiva, el estrangulamiento por parte de la NRA de la investigación es absolutamente reprobable. Imagínese si un grupo asociado con fabricantes de alimentos presiona para reducir la investigación sobre la obesidad, o con el tabaco que hubieran vetado las investigaciones que relacionan fumar con el cáncer de pulmón.
Esperemos que ahora obtengamos algunas respuestas frescas sobre los mejores enfoques para la prevención de la violencia armada. El propósito de este conocimiento es que se actúe, es decir, los políticos y el público en ambos lados tendrán que abandonan posiciones atrincheradas.
Fuente: New Scientist
Obama dice a la ONU que no condena la blasfemia
Sé que hay algunos que se preguntan por qué no nos limitamos a prohibir ese video. La respuesta se encuentra consagrada en nuestra legislación: la Constitución protege el derecho a ejercer la libertad de expresión. Aquí en los Estados Unidos, innumerables publicaciones provocan ofensa. Como yo, la mayoría de los estadounidenses son cristianos, y sin embargo, no prohibimos la blasfemia en contra de nuestras creencias más sagradas.
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Por otra parte, como Presidente de nuestro país y Comandante en Jefe de nuestro ejército, acepto que la gente va a llamarme cosas terribles todos los días, y siempre voy a defender su derecho a hacerlo. Los estadounidenses han luchado y muerto en todo el mundo para proteger el derecho de todas las personas a expresar sus puntos de vista – incluso los puntos de vista con los que no estamos de acuerdo.
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Lo hacemos así no porque apoyemos los discursos del odio, sino porque nuestros Fundadores entendieron que sin tales protecciones, la capacidad de cada individuo para expresar sus propios puntos de vista, y practicar su propia fe, podría verse amenazada. Lo hacemos porque en una sociedad diversa, los esfuerzos para restringir el discurso pueden convertirse en una herramienta para silenciar a los críticos, u oprimir a las minorías. Lo hacemos porque dado el poder de la fe en nuestras vidas, y la pasión que las diferencias religiosas pueden inflamar, el arma más fuerte contra las expresiones del odio no es la represión, es más expresión – la voz de la tolerancia a esa manifestación en contra de la intolerancia y la blasfemia, y levantar los valores de la comprensión y el respeto mutuos.
Barack Obama le dijo a la ONU que EEUU no condena la blasfemia
