






A fecha de hoy la distribución teórica de los 12 magistrados en función de sus “sensibilidades políticas” arroja un resultado de 7 progresistas frente a 5 conservadores. Esta mayoría se verá alterada la próxima primavera con la salida de 3 magistrados progresistas y 1 conservador y la llegada de otros 4, de los que 1 será progresista a propuesta del CGPJ y 3 conservadores, 2 a propuesta del gobierno y 1 a del CGPJ.
Alba Lucía Rodríguez Cardona fue condenada a 42 años por infanticidio porque su bebé murió durante el parto.
Ahora, fue puesta en libertad, tras 15 años de haber sido privada de la misma y prejuzgada:
La misma justicia que hace quince años la condenó, ayer le pidió perdón. Y el mismo pueblo que un día le gritó a coro «asesina, asesina», ayer se postró ante su inocencia. Pero Alba Lucía Rodríguez Cardona prefirió callar, a ratos se dejó llevar de la emoción y lloró, y finalmente agradeció que en público se pregonara su total inocencia.
Sucedió ayer en la mañana en Abejorral, municipio del Oriente antioqueño, donde en medio de una pertinaz llovizna, la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa Palacio , a nombre del Estado, le pidió perdón a Alba Lucía Rodríguez Cardona por haberla culpado, hace 15 años, de la muerte de su hijo en el momento del parto, hecho por el cual un juzgado le profirió una condena de 42 años y 10 meses de cárcel, la máxima hasta ese entonces impuesta en Colombia.
La ceremonia se llevó a cabo en la plaza principal de la fría localidad. Ante Alba Lucía, sus ancianos padres, su familia y varios colectivos de mujeres, la ministra reconoció la inocencia de la mujer y admitió que en su caso se violaron los derechos a la integridad personal, las garantías judiciales, la protección a la honra, la dignidad y la igualdad ante la ley.
«En mi calidad de Ministra me permito manifestarles a Alba Lucía, sus familiares y amigos que el Estado lamenta profundamente los hechos y condena con firmeza las irregularidades en este proceso judicial».
La Ministra de Justicia expresó su deseo porque casos como este no se repitan y por tener un Estado que garantice los derechos de todas las personas sin distingo de su condición social, política o de género.
Si la Ministra de Justicia -y de paso la Presidencia de la República de Colombia- realmente se creen toda esa charla bonita sobre los derechos sin discriminación, dejarían de mantener el privilegio religioso del que goza la Iglesia Católica y buscarían la legalización del aborto en todos los casos.
Lo demás, es sólo habladuría.
Fuente: DE AVANZADA
Ha quedado demostrado que nada es demasiado cruel para los falsos “pro-vida”. Savita Halappanavar, una mujer india de 31 años, fue dejada agonizar durante varios días, hasta morir de septicemia, en el Hospital Universitario de Galway (GUH), Irlanda, porque le negaron un aborto.
Era para salvar su vida, y el feto —de 17 semanas de gestación— no tenía posibilidad de sobrevivir en ningún caso, según los mismos médicos le dijeron. Pero no le permitieron terminar con el embarazo porque Irlanda “es un país católico”. Sólo se hicieron cargo de tratarla cuando el corazón del feto dejó de latir. Para entonces la infección generalizada había debilitado a Savita, que murió entre dolores atroces dos días después.
La ley irlandesa permite el aborto si el médico considera probable que exista riesgo grave para la vida de la mujer. En la práctica la ley es demasiado vaga para servir de algo, y el médico tiene demasiada libertad para decidir si aplicarla o no. El GUH no es oficialmente un “hospital católico”, pero la presencia de profesionales devotos de esa religión en puestos clave (y de capellanes para vigilar e interferir cuando sea necesario) hace que lo sea de hecho. Más aún: aunque parezca ridículo afirmar que un país “es católico”, ésa es la visión profundamente arraigada de la Iglesia y de sus fieles, una visión que pone el supuesto catolicismo identitario nacional por encima de las leyes seculares, que de por sí son favorables a la Iglesia. Savita no era, como bien se ocupó de decirlo, ni irlandesa ni católica, pero el catolicismo irlandés, impuesto sobre las leyes y sobre la ciencia médica, fue lo que la mató.
PZ Myers escribió a propósito del tema uno de los artículos más furibundos que le he leído desde hace mucho (“Es hora de abortar a la Iglesia Católica”).
Sangrientos carniceros, sapos beatos que disfrazan su ignorancia medieval con falsa caridad y cuidado; demasiado tiempo hace que debimos terminar con la ilusión y reconocer el barbarismo de la iglesia.
Ampliar en: Alerta Religión
Bajo licencia Creative Commons
La Iglesia pretende decirle al Estado colombiano cómo interpretar las leyes del país, indicando, por supuesto, que entre más se le nieguen los derechos a las mujeres, mejor.
Ahora, la entidad reguladora de la salud les responde y, al parecer, no van a ceder ante la estupidez católica:
Los médicos, a partir del conocimiento que tengan sobre los efectos terapéuticos de un determinado medicamento, «pueden darle el uso» al misoprostol «que consideren pertinente, con base en su autonomía, aun cuando no esté explícito en su registro sanitario».
Así lo afirmó la directora del Invima, Blanca Elvira Cajigas, luego de que la Conferencia Episcopal aseguró que la inclusión de este fármaco en el POS -para ser usado bajo estricto control médico en la interrupción voluntaria de embarazos en los tres casos autorizados por la ley- es una medida médica y jurídicamente improcedente.
Por su parte, Ramiro Vergara Támara, vocero de la Cres, expresó que esa entidad incluye medicamentos en el POS con base en las necesidades de la población y sobre análisis técnicos de efectividad y costos.
Fuente: DE AVANZADA
47000 mujeres mueren cada año en el mundo por interrumpir su embarazo de forma clandestina e insegura; la mayoría, en países con leyes restrictivas al respecto.
Casi la mitad de los abortos que se realizan en el mundo son inseguros. La mayoría tienen lugar en África, Asia y América Latina. Como consecuencia de ello,47000 mujeres mueren a causa de las complicaciones de este tipo de intervenciones. Y, pese a los argumentos de algunos gobiernos, los datos de los expertos demuestran que el número de interrupciones del embarazo no disminuye cuando se restringen las leyes al respecto.
Estas son las principales conclusiones de la jornada sobre Leyes restrictivas y aborto provocado que ha tenido lugar hoy en el Congreso de los Diputados, organizada por el grupo parlamentario socialista en colaboración con la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (Acai). Al acto han acudido ponentes como la doctora Bela Ganatra, especialista del departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha recordado los datos del último informe de la institución sobre aborto seguro.
Ampliar en: Público.es
Juan Gabriel Vásquez, uno de los buenos columnistas del periódico colombiano El Espectador (que escasean), deja claro:
Los conservadores hablan mucho de defensa de la vida, pero lo que omiten invariablemente, cerrando los ojos con fuerza, es que estos debates son difíciles porque lo que se juega en ellos es, en últimas, nuestra relación con el sufrimiento. O más bien: son debates sobre el derecho que tenemos (como sociedades, como sistemas legales) a permitir el sufrimiento ajeno cuando podríamos evitarlo. Condenar al sufrimiento: eso es lo que hace quien niega a una mujer embarazada el derecho de abortar cuando ha sido violada, cuando corre el riesgo de morir como consecuencia del embarazo, cuando puede dar a luz a un niño tan enfermo que su vida sea insoportable o indigna. Dejar que otro sufra: es lo mismo que hace quien se opone a eso que se llama suicidio asistido. ¿Tenemos derecho, deberíamos tener derecho a mirar para otro lado mientras alguien sufre? Me parece claro —moralmente claro— que no.
Entre los muchos lemas que las mujeres latinoamericanas utilizan para reclamar el derecho a decidir sobre su maternidad, encontré este: «aborto seguro para no morir». Una frase contundente y significativa porque llama la atención sobre la defensa de su salud y su vida. En muchos lugares del mundo, las mujeres se movilizan en estos días a favor de los derechos sexuales y reproductivos. A ellas nos hemos sumado las españolas tras conocer la intención del Gobierno del PP de convertir la interrupción voluntaria del embarazo de nuevo en un acto clandestino, como consecuencia de penalizar nuestra libertad de decisión.
Hasta que la amenaza del actual Gobierno se cumpla, este país dispone de una ley que responde a sus necesidades, puesto que excluye el aborto del Código Penal y permite a las mujeres decidir libremente durante las primeras 14 semanas de embarazo, y hasta la semana 22, siempre que exista alguna motivación relacionada con su salud o cuando se haya producido una violación.
La ley sobre salud sexual y reproductiva, que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2010, ha permitido la práctica de la interrupción voluntaria del embarazo de forma segura para las mujeres, las familias y los/as profesionales de la sanidad. Tendríamos que recordar que se aprobó tras ciertos episodios vergonzosos, que incluyeron la violación de la intimidad y las historias médicas de algunas mujeres que simplemente habían acudido a clínicas legalmente acreditadas.
En este momento, el PP en el Gobierno, está devolviéndoles el precio de su apoyo. Gallardón inició su cruzada con algunas frases célebres como “la violencia de género estructural que obliga a las mujeres a abortar «o “La libertad de maternidad es lo que a las mujeres les hace auténticamente mujeres», componiendo así un discurso que ha intentado manipular las palabras y los conceptos y que han conseguido un gran rechazo social.
La propuesta del Partido Popular sobre los derechos sexuales y reproductivos está claramente alineada con sus otras propuestas políticas. Los recortes que este Gobierno está aplicando sobre el Estado del Bienestar son ideológicos y muestran ese modelo de sociedad conservadora en el que las mujeres volvemos a “redescubrir la vida en el hogar”. La crisis está sirviendo de coartada para eliminar derechos laborales con una reforma que hace imposible la conciliación de la vida familiar y profesional. También es una gran excusa para derogar, en la práctica, la ley de dependencia, para eliminar las ayudas a Escuelas Infantiles, a comedores escolares, y a todo un incipiente sistema de apoyos que, en los últimos años, ha permitido que el Estado se ocupara de una parte de los cuidados que hacían tradicionalmente las mujeres, para que estas, junto a los varones, pudieran participar en el empleo, la política y la vida social.
Artículo completo en: ElPaís.com
[Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]n anunció este verano que, con la nueva ley, la malformación o minusvalía del feto dejará de ser un supuesto legal para poder abortar, alegó que modificaría esa parte de la ley por convicción pero también porque la [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] le “obliga” a hacerlo. Explicó que la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que España suscribió en 2008, emitió un informe a finales de 2011 en el que “obliga” a suprimir el supuesto de aborto por malformación, porque lo considera una forma de discriminación de las personas discapacitadas.
En realidad, el informe de la ONU, de octubre de 2011, no “obliga” a España: solo le “recomienda” que “suprima la distinción en cuanto al plazo dentro del cual la ley permite que se interrumpa un embarazo por motivos de discapacidad exclusivamente”.
El informe de la ONU, en todo caso, no solo no contiene una obligación tajante sino que lo que viene a decir es que los plazos para abortar un feto sano y uno con malformación deben ser iguales, para evitar discriminación. Eso podría cumplirse eliminando el supuesto de malformación pero también haciendo lo contrario: elevando los plazos de todos los supuestos hasta equipararlos al de la malformación (22 semanas actualmente). Es decir, ampliando en la práctica la ley de plazos actual. En eso no se mete la ONU.
Ampliar en: Elpaís.com
El aspirante republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, rechazó tajantemente el comentario de un correligionario antiabortista que dijo que cuando una mujer sufre una violación real, su cuerpo tiene mecanismos para evitar un embarazo. Los comentarios del indeseable Todd Akin, son insultantes e inexcusables, dijo Romney.
Akin, contrario al aborto sin excepciones, sostuvo que hay que distinguir entre la violación real o auténtica. Y cómo no, donde dije digo dije Diego, ahora pide perdón argumentando que no se explicó bien, pero reiteró su oposición al aborto en casos de violación. Por su parte, Barack Obama, consideró ofensivo el comentario del indeseable Akin y sostuvo que es un ejemplo de por qué no se debería permitir que un grupo de políticos, en su mayoría hombres, tomen decisiones sobre la salud de las mujeres. Una violación es una violación.
Thisismyabortion.com muestra que la realidad del aborto está muy lejos de las imágenes viles y grotescas utilizados por los movimientos provida.
La autora de la web Thisismyabortion.com sufrió un aborto, lo que he documentado con una cámara de teléfono móvil escondida y luego compartió las imágenes en internet. «Publiqué mi experiencia en thisismyabortion.com para mostrar lo que es un aborto seguro, y para contrarrestar el uso perverso imágenes de fetos muertos utilizados por los movimientos anti-aborto. Mi esperanza es que este proyecto ayudará a disipar el miedo, las mentiras y la histeria en torno al aborto, y la autonomía de las mujeres para tomar decisiones informadas para sus cuerpos».
Mi madre tuvo un aborto ilegal unos 30 años más o menos atrás, y casi murió de pérdida de sangre durante el procedimiento. Pasó los meses restantes de su recuperación en silencio en un país donde la habrían expulsado, si no muerto, por sus acciones. Luego, hace unos años, mi madre compartió su secreto conmigo.
Poco después, me llevó un amigo a una clínica para un aborto y se encontró con una turba de manifestantes antiabortistas esperando en la entrada. Algunos rezaban en silencio mientras agarraban parafernalia religiosa. Otros sostenían pancartas de gran tamaño con imágenes gigantes de un niño recién nacido, con sangre, moretones, y muertos. Mi amigo estaba mortificado, y lloró cuando yo lo acompañaba en la instalación.
Un año más tarde, yo estaba mirando hacia el mismo procedimiento. Debido a los riesgos de seguridad de los pacientes y cuidadores del aborto, la clínica se había cambiado de calle y se metió detrás de un grupo de edificios sin pretensiones. Los manifestantes, a su vez se habían trasladado al otro lado de la calle, pero por lo demás sigue siendo lo mismo.
Visión, de nuevo, de las horribles imágenes gráficas que se muestran, no estaba segura de si estaba más asustada de ser dañados por los manifestantes anti-aborto o si yo estaba más preocupada por el procedimiento en sí.
Sin embargo, una vez pasadas las puertas a prueba de balas de la clínica, entré en un santuario.
CONSEJERÍA, educado y preparado físicamente, me dejé llevar por mis inquietudes en este espacio seguro. El procedimiento en sí, aunque sea incómodo, era sencillo y se pasa con facilidad. Después de todo fue hecho, con pequeños calambres, me llevó a su casa donde dormía fuera de los restos de la época.
Estaba pensando en mi madre y su escalofriante viaje, sabía que era increíblemente privilegiada de haber tenido mi cuerpo en manos de expertos médicos, y mi psique en manos de profesionales com empatía.
Experimentar mi propio aborto y fotografiar el resultado fue una experiencia aleccionadora. Como mujer, creo que con el poder de las imágenes todos los días. Pero después de mi aborto, me di cuenta de las imágenes están literalmente siendo utilizada como un arma para petrificar y que los espectadores den un asalto al miedo, la vergüenza y el aislamiento. El uso por parte de los manifestantes de imágenes de fetos sin vida, me hizo sentir engañada, mentida y manipulada. Era sólo propaganda: la intención de sacudir el centro de mi más profundo fundamento biológico, intelectual y emocional.
Dentro de las 48 horas de lanzamiento thisismyabortion.com, he recibido una avalancha de correos electrónicos de hombres, mujeres y parejas en todo el mundo confiaban en mí sus propias historias de aborto valientes y únicas. Algunos dijeron cuentos de horribles abortos autoinducidos en los países donde el aborto sigue siendo ilegal. Otros expresaron su gratitud sincera por mi documentación, ya sea porque refleja sus propias experiencias de abortos seguros o, en algunos casos, porque se había asociado siempre aborto con las imágenes grotescas mismas que había encontrado al entrar en la clínica.
Creo que son la mayoría, y tenemos el poder para exigir el derecho a tomar decisiones educadas para nuestros cuerpos y nuestras familias. Espero que thisismyabortion.com será utilizada como una herramienta para traer una opinión y solución justa, honesta y equilibrado del aborto seguro. Nosotros, en conjunto, podemos tomar partido por la verdad, los derechos de las mujeres y la justicia reproductiva.
• La autor es una fotógrafa, que vive en EE.UU.
Querido Señor Gallardón:
Soy una médico pediatra que acaba de terminar una guardia de 24 horas sin dormir y mi capacidad de entendimiento puede estar algo mermada pero… ¿He entendido bien?. ¿Va usted a obligar a mujeres a tener hijos con malformaciones graves para luego abandonarles a su suerte sin ayudas económicas para la mayoría de estas personas?.
Como pediatra he conocido a muchas familias con hijos nacidos con malformaciones graves, bien porque no se conocía su condición antenatal o bien porque los padres, conociendo la malformación, decidieron voluntariamente seguir adelante. Le puedo garantizar que en los casos graves los pacientes y sus familias pasan auténticos calvarios con múltiples cirugías largas y complicadas y con largos periodos de estancia en unidades de cuidados intensivos para luego ser dados de alta con secuelas y tener una calidad de vida, en muchos casos, nefasta. Usted habla de derechos, si hubiera vivido de cerca algún caso sabría que estos niños sufren mucho física y emocionalmente y desgraciadamente, precisamente por ser niños, en algunos casos son objeto de ensañamiento terapéutico por no querer rendirnos a su enfermedad. La mayoría de estas familias acaba desestructurada con problemas de salud física y mental y con problemas económicos por no recibir suficiente ayuda por parte de las administraciones. Le invito a que pase el postoperatorio de una cirugía cardiaca de una cardiopatía compleja en la unidad de cuidados intensivos (pueden ser meses) día y noche con una familia para saber de qué estoy hablando.
Ya dejando de lado mi parte humana y médica y poniéndome en la postura política (que afortunadamente no soy) esta medida ahorrará dinero en abortos practicados por la sanidad pública y ganará votos conservadores (además de desviar la atención) y como no van a dar ayudas a las familias no supondrá mucho gasto…pero las cirugías, estancias hopitalarias, consultas, rehabilitación, bajas por depresión paternas, etc… cuestan mucho, mucho dinero, se lo digo en el idioma que entiende.
Hasta ahora llevo los recortes con indignación como el resto de los españoles e intento no opinar de economía porque no es mi campo. Hasta hace dos días no sabía lo que era la prima de riesgo. Ahora ha entrado usted en mi campo y sólo puedo sentirme frustrada y con ganas de llorar.
De verdad que como ministro de justicia ¿no tiene nada mejor que hacer? Hay muchos ladrones, defraudadores y demás calaña (no tiene que buscar usted muy lejos) que deben responder ante la justicia y los ciudadanos. Céntrese.
¿Le había dicho que estaba saliente de una guardia de 24 horas? ¿sabía que según las leyes europeas es ilegal y en España nos las saltamos a la “torera”? ¿algo que opinar como ministro de justicia?. Es demasiado fácil hablar desde la ignorancia.
Una Pediatra con ganas de llorar.
Fuente: Yo madre
A finales de los 70 del siglo pasado, algunas agencias de viaje vendían un paquete completo: chárter ida y vuelta, desplazamientos al aeropuerto y alojamiento y manutención en la ciudad de Londres, todo por un precio de fin de semana al que había que añadir la intervención de la clínica – con anestesia, más caro- (que no figuraba en la factura)…
Esos vuelos para abortar en Londres salían tres veces a la semana desde Madrid y se llenaban siempre de mujeres de todas las edades y venidas de distintos puntos del país.
TODO EL MUNDO ESTABA EN EL AJO: las agencias, la aduana, los conductores de los autobuses que se ocupaban de los desplazamientos, los encargados del Bed &Breakfast, la clínica londinense…y, por supuesto, la policía del aeropuerto.
Las mujeres que cogían esos aviones tenían que reunir una cantidad de dinero que, sin ser muy elevada, no estaba desde luego al alcance de la mayoría. Tampoco era fácil para muchas mujeres obtener la información necesaria para apuntarse a los “viajes”. A Londres iban las privilegiadas. Las otras, o sea, la mayoría, abortaban en condiciones inseguras o directamente peligrosas en la cocina de alguna otra mujer.
Ésa era la realidad de una España que cerraba los ojos ante los centenares de miles de abortos que se practicaban dentro y fuera de sus fronteras con desigual suerte, desde luego, para las ricas y para las menos ricas.
La pregunta es: ¿Sr. Ministro: quiere volver a la hipócrita España de los 70?
Fuente: Elena Valenciano
Es habitual encontrarse con propaganda de antiabortistas, pero a veces aparece algo tan absurdo que debe ser compartido. Esta imagen procede de Kristin Terheqes , en Facebook, y se puede calificar de ridícula, aunque muchos creyentes la tomarán como verdadera.
Los puntos 1, 2 y 3 son habituales, pero
el 4, utilizar tijeras para hacer y agrandar un agujero en el cerebro de los bebés que luchan por nacer
y el 5, sus cerebros son absorbidos para ser vendidos al mejor postor
son absurdos