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abusos sexuales

Iglesia Católica ha pagado 3990 millones de dólares por abusos sexuales

Noticias criminología. Iglesia Católica ha pagado 3990 millones de dólares por abusos sexuales. Marisol Collazos Soto. Criminologia, ciencia, escepticismo

La Iglesia Católica Apostólica Romana (ICAR) ha pagado cerca de 4000 millones de dólares en Estados Unidos por demandas de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes desde los primeros casos de esta crisis, en los años cincuenta del pasado siglo, una cifra superior a lo que se calculab, según un nuevo informe.

El trabajo, que acaba de publicar el National Catholic Reporter (NCR), periódico dirigido a la comunidad católica de Estados Unidos, incrementa en 1000 millones de dólares la cantidad que manejaban hasta ahora los medios de comunicación.

El nuevo informe llegó a la conclusión de que el desembolso exacto acumulado llega a 3 994 797 060,10 dólares, tras revisar durante tres meses más de 7800 artículos de la propia base de datos de la NCR y de LexisNexis Academic, así como de analizar las informaciones de la conferencia de Obispos Católicos.

Eso sin contar con los $2300 millones anuales que han dejado de recibir por los escándalos.

Fuente:  DEAVANZADA

Cifras de la pederastia por parte de la Iglesia Católica en Colombia

Noticias Criminología. Colombia, curas de la ICAR pederastas. Marisol Collazos Soto
Tiempo publica las cifras de la pederastia (católica) en Colombia.

Al menos, las de los casos que se conocen:

Cinco sacerdotes colombianos han sido condenados por abusos sexuales contra menores de edad en los últimos años.

La Fiscalía procesa a otros 16. Los niños afectados podrían pasar de 30, según expedientes conocidos por EL TIEMPO. De estos, hay tres presos por pederastia, pues los otros gozan de detención domiciliaria o libertad condicional. Pagan condenas que van desde los tres años y nueve meses hasta los 20 años. Los casos más recientes se remontan al 2010.

Hasta ahora, la sentencia más alta impuesta por la justicia colombiana contra un sacerdote es la de Pedro Abelardo Ospina, párroco de Filadelfia (Caldas). En el 2007 le dieron 21 años, por violación agravada y lesiones personales contra un acólito de 13 años.

Cursa demanda millonaria en el Tolima

El padre de dos niños desplazados por la violencia del Líbano (Tolima), que fueron víctimas de abuso sexual en el 2007, cuando tenían 7 y 8 años, interpuso una demanda de reparación por 400 millones de pesos. La defensa alega daños irreparables en la salud física y emocional de los niños. En mayo del 2011, en segunda instancia, la Sala Civil de Familia del Tribunal Superior de Ibagué condenó a la Diócesis de Líbano-Honda a pagar esa suma. La Iglesia apeló el fallo, que es evaluado por la Corte Suprema de Justicia. Monseñor José Miguel Gómez, obispo de esa región, ha dicho que su curia no cuenta con tales recursos y que espera que la justicia esté a su favor. De prosperar la demanda, sería la primera vez que la Iglesia colombiana indemnice un caso.

Entre 10000 y 20000 menores sufrieron abusos por parte de sacerdotes en Holanda

Noticias Criminología. Más sacerdotes de la ICAR, en Holanda, acusados de pedofilia. Marisol Collazos Soto
El presidente de la comisión, el exministro Wim Deetman, explicó que la cifra de víctimas es solo una estimación de los abusos que ocurrieron en el seno de instancias religiosas como orfanatos, internados y seminarios. Aunque la comisión ha investigado casos de abusos desde 1945 hasta 2010, la cifra absoluta indicada se corresponde al período comprendido entre 1945 y 1981, ya que son entre esos años cuando más predominaban este tipo de instancias.

Según la Comisión, que inició sus investigaciones en agosto de 2010, la cultura dentro de la Iglesia católica se regía por la ley del silencio respecto a los casos de abusos, a pesar de que tenía conocimiento de los hechos. Sin embargo, aclara que no hará públicos datos sobre personas individuales a la vez que explicó que las informaciones recabadas no constituyen en principio una fuente de pruebas jurídicas.

Preguntado por su opinión sobre qué necesitan ahora las víctimas, el exministro respondió que las indemnizaciones son esenciales al igual que los centros de atención. El informe provisional, divulgado hace un año, ya señaló haber recibido un total de 1.975 denuncias y criticó el funcionamiento de la entidad creada por la conferencia episcopal para ayudar a las víctimas.

Este informe final se ha publicado poco más de un mes después de que la conferencia episcopal anunciara que pagará indemnizaciones a las víctimas, que recibirán hasta 100.000 euros en los casos de mayor gravedad (por ejemplo violaciones reiteradas), mientras que la mayoría de las compensaciones oscilarían entre 5.000 y 25.000 euros.

La Red de supervivientes de abusos por parte de so cerdos, digo, s@cerdotes, y líderes de otras organizaciones de derechos humanos se presentaron el pasado mes de septiembre en La Haya portando pancartas y fotografías de infancia para exigir la apertura de un proceso contra el vaticano ante la Corte Penal Internacional.

La petición del grupo de víctimas es que la justicia internacional investigue al vaticano por la impunidad que rodea los abusos sexuales de menores, cometidos a gran escala por funcionarios de la iglesia católica, y la forma en que el vaticano protegió a los pederastas.

Fuente: Atea en Teoría

 

Nuevos retos de estereotipos en el estudio de los delincuentes sexuales adolescentes

Los delincuentes sexuales adolescentes a menudo son estereotipados y tratados como socialmente inepto, pero una nueva investigación desmiente esta imagen, encontrando que es más probable que se caracterizan por intereses sexuales atípicos – tales como el deseo de los niños pre-púberes, sexo coercitivo con compañeros y adultos, y exponer sus genitales a extraños.  Los delincuentes sexuales adolescentes también tienen más probabilidades de tener un historial de abuso sexual sufrido por ellos mismos, estar  expuestos a la violencia sexual en sus familias, y la exposición temprana a experiencias con el sexo o la pornografía.

«Si usted entró a un grupo típico de tratamiento para delincuentes sexuales  adolescentes, usted podría considerar una gran cantidad de habilidades sociales, como la forma de acercarse a una chica, cómo lidiar con los conflictos y entender la comunicación no verbal», dijo Michael C. Seto , PhD, autor principal del estudio.  «Nuestra investigación sugiere que el entrenamiento de habilidades sociales no es lo que los jóvenes delincuentes sexuales más necesitan para ser rehabilitados. Discutiendo la sexualidad – la exposición temprana al sexo o a la pornografía, las fantasías sexuales, y la excitación sexual – es probable que nos acercarnos a la comprensión de por qué el se cometieron delitos y prevenir que otros similares se cometan de nuevo. »

Seto, de Royal Ottawa Health Care Group, and Martin Lalumiere, PhD, de la University of Lethbridge in Alberta, Canada, realizaron un meta-análisis de 59 estudios independientes comparando un total de 3855 delincuentes sexuales masculinos adolescentes con 13393 varones adolescentes no delincuentes sexuales enlas edades de entre 12 y 18 años. Their research is published in the July issue of Psychological Bulletin , published by the American Psychological Association. Su investigación se publica en la edición de julio de Psychological Bulletin, publicado por la Asociación Psicológica Americana.

La incompetencia social es generalmente vista como una característica típica de los adolescentes delincuentes sexuales – una creencia que influye en los programas de tratamiento que hacen hincapié en la enseñanza de habilidades sociales apropiadas. Sin embargo, Seto y el estudio de  Lalumière no encontraron diferencias significativas entre los delincuentes sexuales de los adolescentes y adolescentes infractores no relacionados con el sexo,en términos de la competencia social o las habilidades sociales. Esto indica que la incompetencia social no ayuda a explicar por qué algunos adolescentes cometen un delito sexual en lugar de otros tipos de delitos, y pone en entredicho el papel destacado que la formación de habilidades sociales juega a menudo en programas de rehabilitación, dijeron. Otros factores que se citan con frecuencia como explicaciones para delitos sexuales, pero que no contaron con apoyo en el estudio fueron los problemas familiares, incluyendo las relaciones entre padres e hijos, actitudes y creencias sobre las mujeres o  cometer delitos sexuales, y si la persona ha tenido experiencias sexuales convencionales.

Los investigadores encontraron que los intereses sexuales atípicas parecía ser una motivación importante para algunos adolescentes que cometen delitos sexuales.  Los delincuentes sexuales adolescentes resultaron ser más propensos a tener intereses sexuales atípicos que otros adolescentes infractores.  Seto sugiere que los debates de sexualidad deben ocurrir con más frecuencia y más abiertamente con el fin de facilitar la identificación de aquellos que están en riesgo de convertirse en delincuentes sexuales y acilitar su tratamiento. Este cambio puede empezar con más investigación sobre la sexualidad y los delincuentes sexuales.

«Los investigadores en el campo de delincuentes sexuales adolescentes se han centrado en la historia de abuso sexual (más de la mitad de los estudios revisados informaron datos de esta variable), pero han prestado relativamente poca atención a otros aspectos de la sexualidad, centrándose en cambio en los factores no sexuales (por ejemplo, los padres el apego infantil, déficit de habilidades sociales, la psicopatología) «, escribieron los autores.  «Nuestros resultados sugieren prometedoras direcciones para la investigación sobre las funciones de la exposición a la violencia sexual, la exposición al sexo o a la pornografía en general y los intereses sexuales atípicos».

Si bien las habilidades sociales no son un determinante importante de los adolescentes infractores sexuales, el aislamiento social es un factor importante.Seto y Lalumière encontraron que los adolescentes delincuentes sexuales tenían más sentimientos de aislamiento social que los adolescentes delincuentes no sexuales.

«Me atrevo a conjeturar que los sentimientos de aislamiento social de los delincuentes sexuales adolescentes surgen como resultado de las normas sociales y el estigma que los hacen difícil hablar sobre la historia d el abuso sexual o necesidades o fantasías sexuales que están fuera de lo que se considera normal», dijo Seto.  «Si los adolescentes piensan que no se puede hablar de lo que están pensando o sintiendo, entonces no pueden buscar ayuda y orientación. Fomentar un diálogo más abierto sobre la sexualidad entre los jóvenes y sus padres, maestros y trabajadores de la salud podría ser un elemento clave en la prevención de  que los adolescentes cometan delitos sexuales. »

A pesar de que Seto y Lalumière hicieron  hincapié en que la mayoría de los adolescentes que son víctimas de abusos sexuales no se conviertan en delincuentes sexuales, el estudio volvió a confirmar que existe cierta relación entre una historia de abuso sexual y delincuente sexual. Los datos sugieren que el abuso sexual se asocia con la probabilidad de que alguien va a cometer un delito sexual por primera vez, pero no predecir quién tiene más probabilidades de reincidencia sexual una vez identificados. Esto sugiere que las actividades de prevención del abuso infantil, además de la importante función de proteger a los niños contra el abuso, en los adolescentes pueden ayudar a prevenir delitos sexuales.

Fuente:  EurekAlert!

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Enlaces relacionados:

–   La web de Maco048. Noticias criminología: Menores

–   La web de Maco048. Noticias criminología: Psicología

–   Víctimas especialmente vulnerables. El menor. Licenciatura Criminología.  UMU

–   Niños violentos del presente, serán Hombres crueles a futuro

La unidad de menores víctimas de abusos sexuales tiene 45 casos abiertos en Cádiz

El encubrimiento de la familia y la sensación de que puede tratarse de una situación normal hacen que muchos casos de abuso sexual en menores escapen a la justicia. Hasta los cinco o seis años de edad, y siempre y cuando no haya dolor físico, el niño ni siquiera llega a ser consciente. De los seis a los nueve generan una sensación de inseguridad, de desagrado, y toman conciencia de que lo que ocurre es algo secreto. A partir de esta edad puede aparecer daño psicológico al comprender que algo no anda bien.
Las conclusiones son de la psicóloga Celia Nevado, coordinadora del equipo de atención a menores víctimas de abusos sexuales de la provincia, que comenzó a funcionar a finales de año. Este dispositivo está gestionado por la Fundación Márgenes y Vínculos con financiación de la Junta. En ese tiempo los profesionales se han hecho cargo de un total de 45 casos en la provincia que aún permanecen abiertos. La mayoría de ellos tienen como víctima a niñas de entre seis y ocho años de media que se enfrentan a un proceso lento con riesgo de secuelas.
Proceso
Nevado aseguró que «la mayoría de los menores que lo terminan contando son conscientes de que pasa algo raro y es entonces cuando entra en la espiral». De esta forma definió todos los pasos que tienen que recorrer los afectados desde que se constata el abuso hasta que se llega a juicio. Se trata de recordar una y otra vez cómo han ocurrido los hechos y pasar por reconocimientos médicos y psicológicos que «generan una sensación de miedo e inseguridad en los pequeños», insistió la especialista.
Para que se abra un proceso con un menor que puede derivar en una denuncia no es necesario que haya habido violencia física o violación. Se considera abuso a contactos y tocamientos para satisfacer los deseos sexuales del agresor. Eso sí, para iniciar el trámite debe constatar el delito un profesional que puede ser un médico, profesor, agente de policía o especialista.
En los últimos años se ha producido un aumento de las denuncias, pero «eso no quiere decir que haya más casos sino que son más visibles». En ello ha influido el aumento de los dispositivos de protección como los teléfonos de atención al menor de la Junta, que «llegan a colapsarse», según admitió ayer la directora general de Infancia y Familia de la Junta, Carmen Belinchón, que asistió a la presentación de programas de tratamiento y evaluación de menores víctimas de violencia sexual en Cádiz.
Más visibles
«Hemos visto una mayor implicación de la sociedad para denunciar cuando hay sospecha de un delito de este tipo», insistió la responsable andaluza. El abuso sexual es otra forma más de maltrato infantil y sólo en 2008 supuso el 8,2% de las denuncias por este motivo, según datos del informe anual del Observatorio de la Infancia en Andalucía, publicados recientemente.
Belinchón insistió en que en todo el proceso hay que «proteger la intimidad del menor a toda costa e intentar reparar el daño». «Tenemos que tener en cuenta que trabajamos con niños y que la realidad para ellos es muy diferente», señaló. En este sentido, aseguró que se pueden tardar hasta ocho meses en que un niño consiga contar algo, pero también hay otras vías como los dibujos o determinadas reacciones ante estímulos que pueden evidenciar el delito, por lo que instó a padres, familiares y educadores a «estar atentos a cualquier comportamiento extraño que pueda llevar a sospecha».
El equipo de prevención de abusos sexuales a menores es una más de las herramientas con las que cuenta la Junta para detectar situaciones de riesgo. Para ello se ha apoyado en la Fundación Márgenes y Vínculos, que ya gestiona los casos de acogidas temporales y atención a menores con problemas. Su presidente es Francisco Mena, que rescató ayer datos de un informe de ámbito nacional según los cuales, un 23% de las niñas y un 16% de los niños han sido víctimas de abusos, aunque sólo una mínima parte salen a la luz.
Mena aseguró que el 60% de los casos se producen en el entorno familiar, porque «el agresor puede hacerse con la confianza del pequeño y pedirle que no cuente nada». De la misma forma, consideró que si la sospecha está suficientemente fundamentada, «lo mejor es denunciar». Una vez se constata el hecho, se pone en marcha todo el dispositivo jurídico asistencial. Se trata de un proceso duro en el que el sufrimiento del menor es inevitable, por lo que solicitó «una simplificación del mismo para evitar la victimización de los denunciantes».
En la provincia se presentaron en 2008 un total de 185 denuncias por malos tratos a niños, lo que supone un 14,5% de todas las que se registraron en Andalucía. Las más frecuentes son por negligencias o abandonos y por agresiones físicas. En la mayoría de los casos los menores están expuestos a más de un tipo de maltrato.
Fuente:  [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE]

Las consecuencias de sufrir abusos sexuales durante la infancia

Depresión, abuso de sustancias, embarazos no deseados o contagio de enfermedades de transmisión sexual. Éstos son algunos de los ‘efectos secundarios’ que sufren a largo plazo las mujeres que experimentan alguna forma de violencia sexual durante la infancia, además del trauma psicológico provocado por el episodio. Una tragedia, destaca un editorial de la revista ‘The Lancet’, “demasiado extendida como para seguir ignorándola”.

Las cifras producen escalofríos. Una de cada tres niñas sufrirá al menos un episodio de violencia sexual antes de cumplir 18 años. Lo más probable es que el agresor sea un varón de la familia, un vecino o el novio. Al menos el 40% de las menores se ve sometido a este tipo de vejaciones en más de una ocasión y 13% de las veces ocurre en el colegio. Estos datos son resultado de un estudio realizado por UNICEF y los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) en Swazilandia.

Ya sea como [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE], para ‘prevenir o curar el sida’, como [Enlace bloqueado por la Tasa española AEDE] o por la sencilla razón de que, para algunos, el hombre tiene derecho a usar a la mujer cuándo y cómo les plazca. El hecho es que los abusos sexuales son un problema sanitario global y una violación de los derechos fundamentales de las mujeres, que pone en riesgo sus vidas, la de sus familias –porque las mujeres son el pilar fundamental del hogar en muchas culturas- y el desarrollo económico y social de los países más pobres.

En el África subsahariana la violencia sexual comienza a ser una preocupación, aunque existen pocos estudios fiables acerca de la situación en la región. La revista ‘The Lancet’ publica un trabajo realizado en Swazilandia, el segundo país más pequeño del África continental y el más afectado por el VIH del mundo, que dibuja un panorama desalentador.

Los investigadores seleccionaron 1.242 familias en las que había al menos una mujer con una edad comprendida entre los 13 y los 24 años y se entrevistaron en privado con ellas. Además de aportar datos sobre los abusos sexuales sufridos antes de cumplir los 18, proporcionaron información acerca de su salud y comportamientos de riesgo.

Un tercio de las encuestadas había vivido al menos un episodio de violencia sexual durante la infancia. Lo más frecuente era que hubieran sufrido un intento de violación, tocamientos o sexo bajo coacción. Una sexta parte de las chicas entre 13 y 17 años dijo haber sufrido abusos en los 12 meses anteriores a la entrevista. Normalmente, el agresor era alguien conocido (desde un padre a un vecino, pasando por el novio o marido) y el encuentro se produjo en la casa de la agredida, en el colegio o de camino al mismo.

Estas vejaciones “estaban asociadas con un aumento significativo de la probabilidad de sufrir depresión, tener ideas e intentos de suicidio, embarazos no deseados, complicaciones durante el mismo y abortos espontáneos, enfermedades de transmisión sexual, dificultad para dormir y consumo de alcohol”, señalan los autores del estudio.

Los resultados de este primer informe fiable acerca de la violencia sexual en menores en un país africano “deberían disipar la percepción de que África ha escapado de algún modo a esta tragedia global“, señalan Laura Murray y Gilbert Burnham, de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins (EEUU) en un editorial. “La prioridad –continúan- es desarrollar estrategias para prevenir y tratar los abusos sexuales en la infancia”. Medidas que “deben ir más allá de los límites de los sistemas de salud para implicar a las organizaciones comunitarias, ONGs y grupos religiosos”.

Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 20% de las mujeres y el 5%-10% de hombres han sufrido abusos sexuales durante la infancia. Es decir, en el mundo hay 73 millones de niños y 150 millones de niñas menores de 18 años que sufren violencia sexual en forma de tocamientos y relaciones sexuales forzadas.

Fuente: Ciencia al día

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