Una página realmente curiosa, vende research chemicals, que quiere decir «productos químicos para investigación». Dicho de otra forma: drogas legales que son ligeras variaciones de otras ilegales y que la gente usa únicamente porque las que realmente quieren usar están prohibidas.
Algunos los llaman «legal highs» o «colocones legales». Cada lenguaje tiene un eufemismo para esas drogas, y otro de ellos -muy de moda estos días- es el de «sales de baño» o «bathsalts» en inglés.
El origen de ese oscuro término para referirse a una o varias drogas es sólo consecuencia de un mercado de drogas descontrolado, en el que se venden sustancias legales que -en muchos casos- nunca han sido probadas en humanos ni en animales, bajo la máscara de otros bienes (como abonos o sales de baño) para evitar una fiscalización de la sustancia que se vende.
En otras palabras: un adulto sano no puede comprar 150 mg de MDMA en una farmacia, pero puede comprar dosis letales de centenares de sustancias infinítamente más peligrosas que la MDMA, si vienen en un envoltorio que pone que son «Sales de Baño» y que no debes comertelas, en el kiosko o gasolinera más cercana (si vive en EE.UU.) o a través de internet en cualquier otro lugar del mundo.
La página vende 47 productos químicos, de los que 46 son drogas y uno de ellos un precursor para hacer de forma sencilla algunas drogas ilegales. Hasta ahí, nada nuevo. Una más de cientos.
Pero además de research chemicals también vende paquetes con bonitos colores y sugerentes nombres, y los vende vacios. Además a buen precio. Y para rematar el tema, venden la máquina para darle un cierre profesional a esos paquetes.
Ampliar en: Drogoteca
Primero dejaron sin asistencia sanitaria a los inmigrantes indocumentados, pero como yo no era inmigrante indocumentado, no me importó. Después dejaron sin asistencia sanitaria a los mayores de 26 años que no hubieran cotizado nunca, pero como yo no era mayor de 26 años que no hubiera cotizado, tampoco me importó. Luego fueron a precarizar los salarios y condiciones de trabajo de los médicos interinos y de los residentes, pero como yo (ya) no era médico interino ni residente tampoco me importó.
Más tarde convirtieron los hospitales públicos en concesiones a empresas privadas e instituyeron por ley las colaboraciones público-privadas, pero como yo seguía cobrando igual, tampoco me importó. Después impusieron copagos en los medicamentos a los jubilados y aumentaron los del resto de la población, pero como yo estaba sano y no consumía medicamentos, tampoco me importó. Ahora vienen a por mi, a por mi trabajo y a por lo que queda del sistema sanitario público de la sociedad en la que trabajo y habito, pero ya es demasiado tarde.
[un hipotético Bertolt Brecht]
Fuente: Médico crítico
Legalizar la marihuana es una idea muy popular, especialmente en los más jóvenes según los datos demográficos. Se puede ir un paso más allá: la legalización de todas. Marihuana, heroína, cocaína, crack, metanfetamina, etc, hacer que sea todo legal. El gobierno no tiene derecho a decirme lo que puedo y no puede consumir siempre y cuando no estoy haciendo daño a nadie. Si el gobierno siente la necesidad de involucrarse en el consumo de narcóticos, su participación debe limitarse al tratamiento, no encarcelamiento.
Según el escéptico Shane P. Brady, cuando era más joven, yo era reacia a abrir las puertas a la legalización de las drogas. No pude pasar de la idea de que la gente se droga con más frecuencia si las drogas fueran legales. Luego me fui a la universidad.
En la universidad, a pesar de ser menor de edad casi todo el tiempo, tuve la oportunidad de adquirir el alcohol con la frecuencia que yo quería. El alcohol era ilegal, pero en una residencia llena de estudiantes universitarios, eran capaces de conseguir cualquier cosa que quisieran. Es muy tonto, pero a menudo acabábamos dejando las botellas vacías al aire libre para que cualquiera pudtera verlas. Lo único que alguna vez se me ocurrió tener en mi habitación era una tostadora.
Traté con la marihuana en la universidad y descubrí que no era una gran diversión. A algunas personas le encanta, me resulta muy molesto. Nunca he tenido interés en hacer nada más, a pesar de que tenía acceso a otras drogas.
Después de ver lo pobremente que actuaban las leyes de prohibición en la práctica, tuve que replantearme mi postura. Comencé a mirar las estadísticas y lo que me indicaron hizo cambiar mi opinión. Las drogas ilegales no tenían el asesino que casi se hacía pasar en cada una. Con base en las tasas de mortalidad, uno podría concluir fácilmente que el queso era una amenaza mayor para la salud de la nación que las drogas.
Las tasas de encarcelamiento en este país han aumentado desde que estaba en la universidad hasta el punto que en algunos estados cerca del 50% de los reclusos se encuentran en los delitos relacionados con la marihuana. Miles de millones de dólares se gastan tratando de impedir que las drogas se consigan en el país. Las personas se vuelven criminales por fumar marihuana en su propia casa, mientras que los políticos bromean acerca de tener vasos de vino tinto en sus propios hogares. No tiene ningún sentido.
En casi todas las medidas que se podrían encontrar la «Guerra contra las Drogas» fue un fracaso. Entonces, ¿qué debo hacer con esta información?
He cambiado de opinión. Me enteré de que todo lo que me habían enseñado acerca de las drogas era equivocado o exagerado. Vi que la fuerza del gobierno no ha podido atajar el consumo de drogas. Vi el número de jóvenes que tienen antecedentes penales por lo que parecía ser pequeños delitos.
Me convertí en un defensor de la legalización, de todas las drogas. Si tienes 18 años, no deseas la comodidad de tu propia casa. El escepticismo aplicado una vez más me hizo cambiar de opinión, cuando todas mis ideas preconcebidas fueron impugnadas. Tuve que buscar las causas y efectos y ver cómo encajan con mis propios valores. Yo nunca tengo miedo a cambiar de opinión, especialmente cuando yo realmente, realmente creo que significa ayudar a la gente.
El expresidente de colombia, Uribe, con sus ganas de imponerle su pacata moral al resto del país, utilizó sus mayorías en el Congreso para criminalizar el consumo de drogas. Ahora, la Corte Constitucional se pronunció al respecto, y de qué manera:
La Sala Plena de la Corte Constitucional determinó que las autoridades no pueden judicializar a las personas que porten la dosis mínima establecida para su consumo.
El alto tribunal determinó que quienes porten un gramo de cocaína o 22 de marihuana, no pueden ser catalogados como delincuentes sino como enfermos, hecho por el cual no pueden ser detenidos.
Ohh, ahora es por ley que decidimos que una persona está enferma. No es como si eso requiriera un diagnóstico médico o algo por el estilo.
Y es que la pusilánime Corte Constitucional se puso orwelliana y tales:
En este sentido señaló que el Congreso de la República mediante un acto legislativo determinó que el Estado y sus organismos encargados deben tomar medidas con el fin de rehabilitar a estas personas.
En Colombia la lógica brilla por su ausencia: se consideran enfermos los que usan su cuerpo de manera libre y sin dañar a los demás. Y los sanos son los que imponen su moral al resto, amputándoles las libertades. ¡Qué lindo país!
Fuente: DE AVANZADA
A esa estupidez autoritaria, puritanoide y fascista de criminalizar el uso de drogas se le pueden adjudicar un sinnúmero de problemáticas sociales de las que estaríamos libres si los Estados dejaran de suponer que deben protegernos de alguna forma de hacer uso de nuestras propias libertades.
Ahora, un estudio de la Comisión Global de Política sobre Drogas [PDF] revela que esta guerra contra la libertad también ha ayudado a expandir el sida:
En su informe, la comisión califica la lucha global contra la droga de «fracaso» por encarcelar a drogadictos no violentos y alejarles de los sistemas públicos de salud, lo que ha aumentado los contagios del VIH, cuya causa principal es el uso compartido de jeringuillas.
Los expertos critican duramente el «fracaso notable de las políticas de lucha contra la droga» en la reducción del suministro mundial de opiáceos ilegales como la heroína, cuya oferta ha aumentado el 380 por ciento entre 1980 y 2010, mientras que sus precios siguen una tendencia a la baja, según datos de la comisión.
El informe arremete contra Estados Unidos, China, Rusia y Tailandia por «ignorar la evidencia científica y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y resistirse a la implementación de programas de prevención del VIH», lo que ha dado pie a «consecuencias devastadoras».
Fuente: De Avanzada
Cada año, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) , 900000 personas se quitan la vida en el mundo y el 84% de los casos se da en países con ingresos bajos o medios. China y la India registran el 49% de todos los suicidios, que son la segunda causa de mortalidad entre los adultos jóvenes de 15 a 29 años, y están cerca de superar a las muertes relacionadas con el embarazo y el parto como primera causa de defunción entre las mujeres indias.
En una serie de artículos publicados esta semana por la revista The Lancet , se llega a la conclusión de que «mejorar la prevención del suicidio globalmente requerirá una mejor comprensión de por qué y cómo las personas deciden quitarse la vida». La reflexión de los editores de la revista surge de los «inesperados hallazgos» realizados en la India y China que indican que «algunos de los factores de riesgo del suicidio que hasta ahora se habían asumido como universales, en realidad, varían enormemente de una cultura a otra».
Aunque el dolor parece ser un vehículo común, cada vez hay más pruebas de que existen grandes diferencias entre países y regiones que son importantes identificar y comprender.
Ampliar en: lanacion.com
En pleno siglo 21 resulta completamente incomprensible que haya padres que desechan lo que la ciencia puede hacer por la salud de sus familias y prefieren tratamientos ‘alternativos’. Y por alternativos quiero decir que no son tratamientos, y que por tanto son inefectivos y frecuentemente mortales.
Esta dura realidad la vino a descubrir Zachery Swezey, quien murió mientras sus padres lo observaban sin hacer absolutamente nada:
Como miembros de la Iglesia del Primogénito, los Swezeys creen en la curación por la fe. Se les acusó de no llamar a un médico, mientras su hijo de 17 años de edad moría de una ruptura del apéndice, y ellos oraron por él para que se mejorara.
Greg y JaLea Swezey, los padres de Zachery fueron absueltos de asesinato en segundo grado y el jurado no supo qué hacer frente al cargo de homicidio en segundo grado (que es distinto al cargo de asesinato).
Mientras tanto, estos padres modelo se acogieron a sentencia anticipada por maltrato criminal en tercer grado y recibirán penas irrisorias.
Todo esto, gracias a que la ley RCW 9A.42.005 del estado de Washington (EE.UU.) prevé como tratamiento médico legítimo lo que sea que hagan en la iglesia de la Ciencia Cristiana, que redunda en una doble estupidez.
Por un lado, admite como tratamiento válido procedimientos completamente inútiles y que no se ha probado que funcionen. Y por el otro, es una clara muestra de privilegio religioso, ya que esa secta es la única que cuenta con su sanación como válida legalmente en el estado.
¿Alguien necesita más pruebas de que la religión es peligrosa?
(visto en Friendly Atheist)
Fuente: De Avanzada
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Zurich (Suiza) muestra que las probabilidades de morir el día de tu cumpleaños son un 14% mayores que cualquier otro día para personas de más de 60 años. Además, este porcentaje va aumentando con la edad.
Con el gráfico nombre de ‘La muerte tiene preferencia por los cumpleaños’, el estudio elaborado por el doctor Vladeta Ajdacic-Gross ha utilizado los datos de dos millones de personas en todo el mundo para hallar que en los cumpleaños se multiplican el número de infartos, ataques al corazón, caídas… y suicidios: “Los cumpleaños resultan mucho más letales de lo que uno podría esperar”, explica el autor del estudio.
Uno de los factores de riesgo del cumpleaños es, precisamente, su celebración. En el ejemplo que abre el artículo, el celebrante aparca momentáneamente la prudencia que le ha permitido cumplir 50: craso error: el abuso de alcohol, comida y otras sustancias está detrás de muchos de los fallecimientos cumpleañeros. Los ataques al corazón aumentan un 18,6% y los infartos un 21,5% entre los mayores de 40.
El segundo factor es curiosamente el contrario: si el cumpleañero no celebra, puede que le desuele la idea de hacerse mayor, así que los casos de suicidio se multiplican en fecha tan señalada, especialmente entre los hombres. La probabilidad de quitarse la vida aumenta un 35%, afirma el estudio. También aumenta un 28,5% la de tener un accidente de coche (muchas veces suicidios encubiertos, no lo olvidemos) y un 44% el riesgo de muerte por caída.
Ampliar en: COOKING IDEAS
Los médicos franceses expresaron su preocupación por los sistemas de bronceado, lo que llevaría a la muerte de 19 a 76 personas cada año en el territorio nacional. Hacen un llamamiento a una mayor concienciación sobre los riesgos de exposición a rayos UV, algunos hasta pidieron la prohibición de salones de bronceado.
«Una sesión en una cabina de bronceado en Francia, es el equivalente a una exposición de la misma duración que el sol del mediodía en una playa del Caribe sin protector solar» En el Boletín Epidemiológico Semanal (BEH) publicado hoy, los médicos nos advierten de nuevo sobre los peligros del bronceado artificial y cancerígenos de los rayos ultravioleta (UVA y UVB). Ellos van a la guerra, también, en contra de los «mercaderes de sol». Con las mismas armas que ellos hacen.
Los oncólogos, dermatólogos, epidemiólogos, especialistas en prevención … Este número especial de HEB es otro llamamiento a la vigilancia. Una alarma planteada por los médicos e investigadores que están lejos de rendirse.
Mayor conciencia de los riesgos de la radiación UV
«Todas las campañas de información y la prevención parecen condenadas al fracaso», lamentó Jean y Jacques Civatte Bazex, miembro de la Academia Nacional de Medicina. En su editorial, por lo que lamentan «la falta de cuidado del turista que se olvida de la ropa de protección o de las solicitudes de protección solar.» Y ellos insisten sobre todo en «lo inconsciente que es la persona que está expuesta a radiación UV artificial.»
Los médicos subrayan que «la información sobre los peligros reales no alcanzó su objetivo.» Para ello, dos explicaciones principales se consideran:
«La promoción por parte de los profesionales de bronceado de acciones comerciales agresivas. No dudan en ponerse en contradicción con la evidencia científica más sólida sobre los peligros de la radiación UV artificial «;
«Una regulación poco restrictiva que delega la supervisión de una parte significativa de los riesgos para la salud en las personas que se aprovechan de este comercio». Un ejemplo: «se permite el bronceado UV por los profesionales, siempre que hayan adquirido en tres días los conocimientos médicas suficientes para poder reconocer la piel para identificar los riesgos y los usuarios menores de 18 años (el carné de identidad no es necesario)! »
¿Hacia el final de las cabinas de bronceado?
En la misma edición de HEB, los oncólogos también el rendimiento de las ideas que motivan el uso de las cabinas de bronceado UV. Su objetivo es desmantelar uno por uno:
No, las sesiones no se prepara la piel UV artificial en el sol. «Es un error», dice Julie Gaillot de Saintignon (Instituto Nacional del Cáncer);
no, el bronceado no es necesariamente sinónimo de buena salud y éxito social. Por el contrario, a largo plazo, «acelera la aparición de signos de envejecimiento de la piel», dice ella.
de lo contrario, esta práctica «no puede ser utilizado como una fuente de vitamina D»;
no «, no ejercen el efecto protector UV sobre la incidencia de los cánceres no cutáneos determinado (de mama o colon).»
«La profesión médica sólo se puede hacer sonar la alarma al recordar que no hay ningún beneficio para la salud de estar expuestos a la radiación UV artificial. Sin embargo, los peligros son reales «, resumió Jean Jacques Civatte y Bazex. Este último incluso llamó a una «política de eliminación, como Brasil han decidido y el Estado de New South Wales en Australia».
Recordemos que en Francia cada año se producen 10000 nuevos casos de melanoma. Y cerca de 1600 muertes. El impacto en la salud de la exposición a la radiación UV artificial comienza a ser estimado con precisión. Durante los próximos treinta años «, se esperan entre 566 y 2 288 muertes si la exposición a los sistemas de bronceado franceses no cambian». Entre 19 y 76 muertes por año.
Fuente: Futura-Santé
Los casos de sarampión se han multiplicado. Si en 2010 la Organización Mundial de la Salud dio por prácticamente erradicado este virus, en tan solo un año ha resurgido en Europa con 300 00 nuevos casos y en España se ha pasado de los 173 de 2010 a más de 1.800 registrados en 2011. La Asociación Española de Pediatría achaca este repunte a la relajación de algunos padres, que no vacunan a sus hijos por ignorancia o por dejadez. Pero también a que en los últimos años ha surgido un nuevo grupo social: los ecopadres o padres militantes en formas de vida naturalista que no vacunan a sus hijos conscientemente. Los antivacunas son un fenómeno mundial, una moda que comenzó en los países nórdicos y que se ha ido extendiendo por Europa. Los pediatras han empezado a alertar de los peligros que acarrea esta postura porque enfermedades como la difteria, la tosferina o la polio -que han desaparecido en los países industrializados gracias a las vacunas-, podrían volver si se dejase de inmunizar.
El pediatra Carlos González, que ha escrito varios libros sobre las bondades de la crianza natural, en el caso de los antivacunas se muestra muy crítico.
“Mucha gente convencida de la lactancia y la crianza natural cree que no vacunar a los niños forma también parte del paquete. Al contrario, si le quieres tanto ¿por qué no le vas a proteger de las infecciones?”. Preocupado por la cantidad de familias que llegan a su consulta y que son contrarias a vacunar a sus hijos, decidió publicar el libro En defensa de las vacunas para dar a conocer las consecuencias que puede acarrear esta decisión. “Desde hace unos años, cada vez me encuentro con más padres que no vacunan a sus hijos porque creen que las vacunas son inútiles, innecesarias, o peligrosas, o las tres cosas a la vez. Algunos incluso se sorprenden de que yo esté a favor de inocular. Como si hubiera una especie de paquete ideológico raro-progre-natural y si defiendes la lactancia materna o coger en brazos a los niños, también tienes que estar, lógicamente, en contra de las vacunas y creer en la medicina alternativa”.
Carlos González anima a los padres a seguir protegiendo la salud de sus hijos. La vacunación, afirma, es una de las prácticas médicas que más sufrimiento, dolor y muerte ha evitado. “Algunas enfermedades, como la viruela, han sido vencidas y ya no es necesario vacunar contra ellas. Pero otras todavía acechan, y varios países industrializados han sufrido brotes de sarampión, difteria o tosferina cuando el número de niños no inmunizados aumentó debido a la propaganda contra las vacunas”.
Los ecopadres que no vacunan a sus hijos no lo hacen por desconocimiento o falta de preparación, sino que, al contrario, suelen estar muy informados sobre el tema. Pero su oposición se basa en argumentos pseudocientíficos que suelen circular por Internet como que las vacunas son tóxicas, que es una maniobra de las multinacionales para ganar más dinero, que nos ocultan sus efectos secundarios o que producen alergia o incluso la muerte súbita. Otro de los argumentos que esgrimen es que causan autismo. Algunos científicos habían sugerido una posible relación entre el autismo y la vacuna triple vírica o entre el autismo y el mercurio que se usa como conservante en algunas vacunas. Pero después de realizar estudios detallados en distintos países, no se ha encontrado ninguna relación y el FDA (departamento estadounidense de salud) lo ha desmentido públicamente.
Aplmiar en: El Rincón de la Ciencia y la Tecnología
A todos nos gusta McGuyver y hemos crecido viendo su habilidad para crear bombas de clips. Incluso esperamos que en el caso de enfrentarnos a alguna situación imposible en el futuro esto nos sirva para encontrar una loca solución con cuatro tonterías que encontremos en la basura.
Pero seguramente tu cirujano es la última persona que querrías que improvisara sobre la marcha con este tipo de soluciones. Y menos si es un cirujano que está operando tu columna vertebral. Es la típica situación que todos desearíamos que hubiera sido planeada con la suficiente antelación.
En 2001 Arturo Iturralde iba a someterse a una cirugía para implantar unos tornillos en su columna y a fijarlos con unas barras de titanio para hacer una artrodesis. Sea como fuere el hospital, que está en la isla de Hawai?i, se había quedado sin barras de titanio y el paciente ya estaba sobre la mesa de operaciones y con la espalda abierta. En cuanto se dieron cuenta, las enfermeras llamaron a la isla de Honolulu para que les enviasen de forma inmediata la pieza que faltaba.
Pero el Dr. Robert Ricketson, haciendo gala de su audaz ingenio, encontró la solución para terminar pronto encima de la mesa, el destornillador de acero inoxidable. Así que ni corto ni perezoso, cortó el destornillador ayudándose de una sierra y lo aporreó con la maza para dejarlo bien sujeto a la espalda del señor Iturralde.
Por supuesto, los destornilladores de acero inoxidable no están pensados para aguantar este trote, así que unos días después el destornillador se rompió y causó nuevos daños al paciente. Iturralde tuvo que someterse a tres cirugías correctoras para acabar finalmente parapléjico.
Finalmente el hospital fue condenado a indemnizar con 5,6 millones de dólares a la familia. Puede parecer injusto que el hospital tenga que pagar por el error de un empleado ¿cómo iban a saber que el Dr. Ricketson era un médico negligente? Ah, espera, que ya le habían retirado antes la licencia para ejercer en dos estados.
Más casos en: Somos Medicina
Fuente: ElJueves
Hay personas que están haciendo algo correcto por razones equivocadas y peor aún, con los medios equivocados.
Y eso es precisamente lo que está pasando con los indígenas de Colombia que defienden las drogas apelando a un desagradable relativismo cultural y a jugar la carta de víctimas, a decir que sus creencias deben ser respetadas porque sí, porque representan algo profundamente emocional para ellos:
«El empleo de plantas psicotrópicas para fines ceremoniales en América Latina está documentado desde hace miles de años», recordó Rodolfo Stavenhagen, investigador del Centro de Estudios Sociológicos de México durante el Foro sobre regulación del consumo de drogas que se celebra estos días en la capital mexicana.
Ohh, ¿está documentado desde hace miles de años? ¿Desde antes de que se desarrollara plenamente el método científico? ¿Y dónde están esos documentos?
…
…
Advirtió que el uso ceremonial debe ser protegido no solo por el legado cultural, sino también porque fuera de ese contexto puede constituir un peligro, y recordó el caso del toloache, conocido como ‘las campanas de la locura’, que tras aparecer en una telenovela como remedio a la infidelidad registró un peligroso aumento de su consumo.
«El conocimiento de las plantas sagradas debería ser considerado tesoro de la nación. Es un saber indiscutible para entender la prevalencia del espíritu, pero tiene que estar regulado por quienes conocen y saben cómo suministrarlo y en qué contexto», indicó. El consumo de estas plantas procede de culturas heredadas que se remontan a tradiciones chamanistas de pueblos mesolíticos, según Carlos Zolla, coordinador de investigación del programa universitario México Nación Multicultural de la UNAM.
Sí, el conocimiento se adquiere mediante el estudio riguroso de los efectos y las cantidades de las plantas, en sujetos de prueba (no humanos, preferiblemente) y con revisión por pares. He ahí los expertos, con sus batas blancas y sus probetas. Nada de jefes Pluma Blanca ni nada por el estilo.
Artículo completo en: DE AVANZADA
Artículo de Sam Harris sobre las drogas y el sentido de la vida
Todo lo que hacemos, lo hacemos con el propósito de alterar la conciencia. Formamos amistades para poder sentir ciertas emociones, como el amor, y evadir otras, como la soledad. Comemos comidas específicas para disfrutar sus fugaces presencias en nuestras lenguas. Leemos por el placer de pensar las ideas de otra persona. Cada momento de vigilia –e incluso en nuestros sueños- luchamos para dirigir el flujo de sensación, emoción y cognición hacia estados de conciencia que valoramos.
Las drogas son también un medio para este fin. Algunas son ilegales, otras están estigmatizadas, algunas son peligrosas –aunque, perversamente, estos conjuntos apenas se cruzan. Hay drogas de extraordinario poder y utilidad, como la psilocibina (el componente activo de los «hongos mágicos») y la dietilamida de ácido lisérgico (LSD), que no poseen riesgos aparentes de adicción y son bien toleradas psicológicamente, y aún así uno puede ser mandado a prisión por su uso –cuando drogas como el tabaco y el alcohol, que han arruinado incontables vidas, son disfrutadas ad limitumen casi todas las sociedades del planeta. Hay otros puntos en este sentido: la 3,4-metilendioximetanfetamina (MDMA o «éxtasis») tiene un potencial terapéutico remarcable, pero también es susceptible a abusos, y aparentemente es neurotóxica. [1]
Una de las grandes responsabilidades que tenemos como sociedad, es educarnos, junto con las siguientes generaciones, acerca de qué sustancias vale la pela ingerir, y con qué propósito, y cuales no. El problema, sin embargo, es que nos referimos a todos los compuestos biológicamente activos con un solo término: «drogas» y esto hace casi imposible tener una discusión inteligente acerca de los asuntos psicológicos, médicos, éticos y legales alrededor de su uso. La pobreza de nuestro lenguaje ha sido sólo un poco aliviada por la introducción de términos como «psicodélicos» para diferenciar ciertos compuestos visionarios, que pueden producir extraordinarios estados de éxtasis e iluminación, de los “narcóticos” y otros agentes clásicos de estupefacción y abuso.
El abuso de drogas y la adicción son problemas reales, por supuesto –su remedio es la educación y el tratamiento médico, no la cárcel. De hecho, las peores drogas de abuso en los Estados Unidos parecen ser los analgésicos de prescripción, como la oxicodona. ¿Algunas de estas medicinas deberían de ser ilegales?, claro que no. La gente debe de estar informada acerca de ellas, y los adictos necesitan tratamiento. Y todas las drogas –incluyendo alcohol, cigarros y aspirinas- deben ser alejadas de las manos de los niños.
En mi primer libro, El fin de la fe, discuto un poco algunos asuntos de las políticas sobre las drogas, y mi opinión al respecto no ha cambiado. La «guerra contra las drogas» definitivamente ha sido perdida y nunca debió de haberse librado. Si bien no está expresamente protegido por la constitución de los EEUU, no puedo pensar en ningún derecho político más fundamental que el derecho a dirigir pacíficamente los contenidos de nuestra propia conciencia. El hecho de que arruinamos inútilmente las vidas de los usuarios de drogas no violentos encarcelándolos, con un gasto enorme, constituye una de las más grandes fallas morales de nuestro tiempo. (Y el hecho de que hacemos lugar para ellos en nuestras prisiones dejando en libertad bajo palabra a asesinos y violadores lo hace pensar a uno si la civilización no está simplemente condenada)
Tengo una hija que un día tomará drogas. Por supuesto, haré todo lo que esté en mi poder para asegurarme que ella escoja sus drogas sabiamente, pero una vida sin drogas no es ni posible ni deseable, creo yo. Algún día, espero, mi hija disfrutará la mañana con una copa de te o de café tanto como lo hago yo. Si ella bebe alcohol de adulta, como probablemente lo hará, la animaré a hacerlo de forma segura. Si ella elige fumar marihuana, le exhortaré moderación. [2] El tabaco debe ser evitado, por supuesto, y haré todo lo posible dentro de los límites de la buena paternidad para mantenerla alejada de él. Y no es necesario decir que si mi hija desarrolla, eventualmente, una afición por la metanfetamina o el crack, posiblemente yo ya no pueda volver a dormir. Pero si ella no prueba algún psicodélico, como la psilocibina o el LSD al menos una vez en su edad adulta, me preocuparía de que ella se esté perdiendo uno de los más importantes ritos de paso que un humano pueda experimentar.
Con esto no digo que todos deban probar un psicodélico. Como mencionaré después, estas drogas tienen ciertos peligros. Sin lugar a dudas, hay gente que no puede permitirse el lujo de levantar el ancla de la cordura, o incluso darle el más leve tirón. Han pasado ya varios años desde que he dejado de usar psicodélicos, de hecho, mi abstinencia nace de un sano respeto hacia los riesgos que involucran. Sin embargo hubo un periodo de mis tempranos veintes en el que encontré en drogas como la psilocibina y el LSD herramientas indispensables de iluminación, y algunas de las horas más importantes de mi vida las tuve bajo su influencia. Creo que es muy posible que yo nunca descubriera que hay todo un paisaje interior de la mente que vale la pena explorar si nunca hubiera tenido esta ventaja farmacológica.
Mientras los seres humanos han ingerido plantas psicodélicas por milenios, la investigación científica de sus componentes no comenzó hasta la década de 1950. Para 1965, cientos de estudios fueron publicados, principalmente sobre psilocibina y LSD, muchos de ellos atestiguaron la utilidad de los psicodélicos en los tratamientos para la depresión clínica, el trastorno obsesivo compulsivo (T.O.C.) la adicción al alcohol, y para el miedo y la ansiedad asociados al cáncer terminal. Pocos años después, sin embargo, este campo de investigación fue abolido en un esfuerzo por detener la propagación de estas drogas en el público en general. Después de una pausa que duró toda una generación, la investigación científica de los valores farmacológicos y terapéuticos de los psicodélicos se ha venido reanudando lentamente.
Los psicodélicos incluyen químicos como psilocibina, LSD, DMT y mescalina, los cuales alteran poderosamente la conciencia, la percepción y el humor. La mayoría parece ejercer su influencia a través del sistema serotoninérgico en el cerebro, principalmente uniéndose a los receptores 5-HT2A (aunque algunos tienen afinidad por otros receptores también), provocando el incremento de la actividad neuronal en la corteza prefrontal. Mientras la corteza prefrontal, a su vez, modula la producción de dopamina subcortial, el efecto de los psicodélicos parece tener lugar principalmente fuera de las vías de la dopamina (lo que puede explicar el por qué estas drogas no formen hábito).
La mera existencia de los psicodélicos parece establecer las bases materiales de la vida mental y espiritual más allá de cualquier duda (para la introducción de estas sustancias en el cerebro es la causa obvia de cualquier apocalipsis sagrado que le sigue). Es posible, sin embargo, si no plausible, ver este dato desde la otra perspectiva y argumentarlo como Aldous Huxley lo hizo en su ensayo Las Puertas de la Percepción al decir que la función primaria del cerebro podría ser eliminativa: su propósito sería evitar una dimensión de la mente vasta y transpersonal que podría inundar a la conciencia, permitiendo así a primates como nosotros tener su camino en el mundo sin ser apabullados a cada momento por fenómenos visionarios irrelevantes para su supervivencia. Huxley pensaba que si el cerebro era una especie de “válvula reductora” de una “Mente Libre” esto explicaría la eficacia de los psicodélicos: ellos podrían ser medios materiales para abrir el grifo.
Desafortunadamente, Huxley operaba bajo la suposición errónea de que los psicodélicos decrecían la actividad mental. Sin embargo las técnicas modernas de neuroimagen han mostrado que estas drogas tienden a incrementar la actividad en varias regiones de la corteza (así como en las estructuras subcorticales) [Nota 24/01/12: un estudio reciente sobre la psilocibina en realidad le da cierto apoyo a la visión de Huxley. – SH]. Aún así, la acción de las drogas no descarta el dualismo o la existencia de reinos de la mente más allá del cerebro, pero nada lo hace. Este es uno de los problemas con puntos de vista de este tipo: parecen ser infalsables. [3]
Por supuesto, el cerebro sí filtra una extraordinaria cantidad de información de la conciencia. Y como muchos que han probado estas drogas, yo puedo atestiguar que los psicodélicos ciertamente abren las puertas. No es necesario decir que plantear la existencia de una “Mente Libre” es más tentador en algunos estados de conciencia que en otros. Y la cuestión de cuáles visiones de la realidad debemos privilegiar es una cuestión que a veces vale la pena considerar. Pero estas drogas pueden producir estados mentales que son vistas en términos clínicos como formas de psicosis. De hecho, creo que debemos ser cautelosos de realizar alguna conclusión sobre la naturaleza del cosmos basándonos en una experiencia interior, no importa qué tan profunda sea esta.
Sin embargo, no hay duda de que la mente es más vasta y fluida que lo que sugiere nuestra ordinaria conciencia en vigilia. Consecuentemente, es imposible comunicar la profundidad (o la aparente profundidad) de un estado psicodélico a aquellos que nunca han tenido esas experiencias por sí mismas. Es, de hecho, difícil recordarse a sí mismo todo el poder de esos estados una vez que ya han pasado.
Muchas personas se preguntan sobre la diferencia entre la meditación (y otras prácticas contemplativas) y los psicodélicos. ¿Son estas drogas una forma de hacer trampa, o son ellas realmente el vehículo indispensable para un auténtico despertar? No son ninguno. Mucha gente no se da cuenta de que toda droga psicoactiva modula la neuroquímica ya existente en el cerebro –ya sea imitando específicos neurotransmisores o causando que los mismo neurotransmisores sean más activos. No hay nada que uno no pueda experimentar por medio de una droga que no sea, hasta cierto punto, una expresión del potencial del cerebro. Por lo tanto, lo que sea que uno haya experimentado tras ingerir una droga como el LSD, es muy parecido a lo que alguien experimentó, en algún lugar, sin él.
Sin embargo, no se puede negar que los psicodélicos son un medio particularmente potente para alterar la conciencia. Si una persona aprende a meditar, rezar, cantar, hacer yoga, etc., no hay garantía de que algo vaya a pasar. Dependiendo de su aptitud, interés, etc, el aburrimiento podría ser la única recompensa para sus esfuerzos. En cambio, si una persona ingiere 100 microgramos de LSD, lo que ocurra a continuación dependerá de una variedad de factores, pero no hay duda alguna de que algo va a pasar. Y el aburrimiento no está entre las opciones. En cierto tiempo, la significancia de su existencia se derrumbará sobre nuestro héroe como una avalancha. Como Terence Mckenna [4] nunca se cansó en señalar, esta garantía de un efecto profundo, para bien o para mal, es lo que separa a los psicodélicos de cualquier otro método de indagación espiritual. Es, sin embargo, una diferencia que trae consigo ciertas responsabilidades.
Ingerir una dosis poderosa de una droga psicodélica es como encerrarse a sí mismo en un cohete sin un sistema de guía. Uno puede ir a un lugar que vale la pena ir, y, dependiendo del compuesto y de dónde y cómo lo ingerimos, ciertas trayectorias son más probables que otras. Pero sea como sea que uno se prepare para el viaje, aun así uno puede ser lanzado hacia estados de la mente tan dolorosos y confusos, a veces indistinguibles de la psicosis. Por lo tanto, los términos «psicotomimético» y «psicógeno» se aplican en ocasiones a estas drogas.
Yo he visitado los dos extremos del continuo psicodélico. Las experiencias positivas fueron más sublimes de lo que yo hubiera podido imaginar o de lo que ahora puedo fielmente recordar. Esos químicos revelan capas de belleza que el arte es incapaz de capturar y para el que la belleza de la Naturaleza misma es mero simulacro. Una cosa el ser apabullado al ver a una secuoya gigante y maravillarse por los detalles de su historia y su biología subyacente y otra el pasar una aparente eternidad en una comunión sin ego con ella. Positivamente, las experiencias psicodélicas a menudo revelan cómo puede un ser humano estar tan maravillosamente a gusto con el universo, y para la mayoría de nosotros, la conciencia normal de vigilia no ofrece ni siquiera un atisbo de esas profundas posibilidades.
La gente generalmente regresa de dichas experiencias con un sentimiento de que nuestros estados convencionales de conciencia obscurecen y truncan pensamientos y emociones que son sagrados. Si los patriarcas y matriarcas de las religiones mundiales experimentaron con dichos estados, muchas de sus afirmaciones sobre la naturaleza de la realidad pueden tener un sentido subjetivo. Las hermosas visiones no nos dicen nada sobre el nacimiento del cosmos, pero nos revelan cómo una mente puede ser profundamente transfigurada por una colisión con el momento presente.
Traducción completa en: DE AVANZADA
Una mujer de 55 años de edad, está demandando a un médico holístico por 844.000 dólares después de que su brazo fue amputado tras un procedimiento de cuello.
Danielle Rousseau acusa al osteópata Pierre Coallier de diagnósticar erróneamente su estado de salud y dice que casi se muere.
Rousseau, que vive en la costa sur de Montreal, dijo que había estado visitando a Coallier durante tres años para hacer frente a una tensión en el cuello.
Ella dijo que un tratamiento en agosto del 2010 la dejó con un fuerte dolor en su brazo izquierdo.
«Pensé que tenía un nervio comprimido», dijo Rousseau, añadiendo que tenía dificultad para mover la mano.
Ella dijo que regresó a donde Coallier, quien le dijo que el problema era psicológico y no físico, y que debía regresar a casa a descansar.
Su marido, que esperaba fuera en un coche, se mostró indignado e irrumpió en la oficina para enfrentar al osteópata.
Rousseau afirma que Coallier le dijo a su marido que no fueran al hospital. Regresaron a casa pero su situación se deterioró.
«Cuando me desperté, mi mano estaba negra», dijo.
Ella dijo que fue a la sala de emergencia y fue trasladada a otro hospital donde se sometió a cuatro operaciones, incluyendo la amputación de su brazo izquierdo por encima del codo. «Si me hubieran dicho que fuera al doctor, yo todavía tendría mi brazo», dijo.
Por si les sirve de más desconsuelo, en la página del tal Pierre Coallier dice que él es fundador de la Sociedad de Osteópatas de Quebec.
Fuente: Skeptic Money